¿Qué Pasa?

Asesinan a un niño de tres años en pelea por un pájaro

El hecho se registró en el barrio 7 de Abril.

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¿Hasta dónde puede llegar la into­lerancia? ¿Cuánto daño puede ha­cerle a una persona el consumo de drogas? ¿Qué tan rápido alguien pierde el juicio solo por tener un ar­ma de fuego? Todos estos interrogantes aplican a la conducta salvaje de Sergio Manuel Ramírez Gutiérrez, señalado de matar de un balazo al niño Gino Sebas­tián Castro Carrascal, de 3 años,y herir a otras tres personas.

El incidente sucedido este domingo a las 10 de la noche, cuando el sujeto llegó armado a una humilde vivienda del ba­rrio 7 de Abril, y exigió en forma agresiva que le entregaran un chirrío, ave silves­tre ornamental de plumaje azul turquí in­tenso. En el mercado negro en que se ne­gocian estas aves, un chirrío puede tener costo promedio de 7 mil a 10 mil pesos.

Ramírez, armado con un revólver cali­bre 38, y según testigos altamente droga­do, llegó hasta la puerta de la casa donde residía el niño, carrera 4Asur No.64-22, y exigió la presencia de Silfredo José Cas­tro Carrascal, tío del menor de edad.

“La rabia era porque yo tenía el chirrío de él”, contó ayer Silfredo José. “El hijo de ese tipo me dio el pájaro hace una se­mana. Me dijo, ‘vale, amánsamelo, por­que no tengo tiempo pa’ manosearlo’. Se lo recibí y comencé a atenderlo”.

Ante la visita airada de Ramírez, Silfre­do salióa la terraza para calmarlo y en­tregarle el pájaro.

“Le expliqué el porqué lo tenía, pero me dio una respuesta inesperada: ‘¿Sa­bes qué? Ya no quiero nada, quiero es plomo’, me tumbó la jaula de las manos y comenzó a disparar”, agregó Castro.

Una bala rozó en la cabeza a Silfredo. “Siguió disparando. Le dio a las paredes, otra ba­la atravesó una puerta e hirió a mi sobri­no en la cabeza. El niño estaba en la ca­ma acostado. Corrí hacia adentro porque mi hermana comenzó a gritar. El tipo en­tró a la sala disparando de nuevo”, aña­dió Silfredo.

En la balacera hirió a Silfre­do en la pierna izquierda, y a Socorro De Horta (cuello), pariente de este. El suje­to Sergio Manuel Ramírez también hirió a su propio hijo, Andrés Ramírez (pierna derecha), que había llegado a calmarlo.

“En un instante se distrajo, nos abalan­zamo sobre él, lo golpeamos en la cara hasta que soltó el arma”, agregó Castro Carrascal.

DECESO DEL MENOR

Rato después del tiroteo, apareció la Policía y capturó a Sergio Manuel Ramí­rez Gutiérrez.

Pero aún no ocurría lo peor, a las 7 de la mañana de ayer falleció en el Paso Santa María el niño Gino Sebastián Castro Ca­rrascal, de 3 años.

“Era la alegría de esta casa y ese sujeto nos lo arrebató con su violencia e intran­sigencia, comentó Silfredo.

Gino residía con sus padres, abuelos, primos y tíos en la misma vivienda, una casa construida con retazos de tablas, piso de arena y escuetas piezas de con­creto.

“Pero era feliz. Adoraba los superhé­roes, rodar los carritos enel suelo o ju­gar con los peluches, añadió otro tío del menor.

Sergio Manuel Ramírez Gutiérrez, de 42 años, fue presentado ayer en audien­cia de imputación de cargos.

Se espera una pena máxima, porque entre otras cosas, tenía una anotación por homicidio del año 2015.

Gino Sebastián Castro Carrascal es el quinto menor de edad asesinado es­te año en Atlántico, y el primero menor de 3 años.

En el departamento los homicidios su­bieron a 96 en 2018.