¿Qué Pasa?

Atlántico sigue perdiendo el semestre en violencia sexual infantil

Entre enero y junio, en promedio, fueron abusados dos menores por día en el departamento.

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La violencia sexual contra los menores de edad en el departamento del Atlántico no cesa.

Los recientes casos ocurridos en Barranquilla ponen en tela de juicio las acciones gubernamentales durante el primer semestre de este 2019.

Mientras que desde Bogotá intentan acordar penas severas que deberían pagar los violadores de menores en Colombia, la cifra de niños abusados sigue en aumento cada día.

Según cifras del Instituto de Medicina Legal entre enero y junio de este año se han practicado 386 exámenes medicolegales por presunto delito de sexual, estableciendo indicios de una conducta atípica con un menor de edad en Barranquilla.

Sin embargo, Benjamín Collante, director regional del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (Icbf) señaló que, hasta el 30 de junio de la presente anualidad, la entidad ha hecho acompañamiento sicosocial a 345 casos en el departamento del Atlántico, entre abuso sexual y acceso carnal violento.

En comparación con primer semestre de 2018, Medicina Legal practicó 382 exámenes medicolegales y el acumulado total a diciembre 31 fue de 662 exámenes para determinar si un niño, niña o adolescente había sido víctima de violencia sexual en su entorno familiar, escolar o social.

Las cifras del instituto forense revelan los abusadores se ensañan principalmente con menores entre los 10 a 14 años, pues en ese rango de edad fueron practicados 5.026 exámenes medicolegales a nivel nacional. Le siguen menores entre 5 y 9 años (3.067); 15 a 17 (1.422) y de 0 a 4 años (1.419).

Aunque para Benjamín Collante es afortunado que las cifras de abuso sexual y acceso carnal violento en el Atlántico no hayan tenido mucha variación con respecto al año anterior, el ideal que esos números estén en cero, porque “cualquier de las cifras para uno y otro caso es aberrante y preocupante, ya para nosotros significa que una niña, un niño o un adolescente ha sido abusado sexualmente”.

Macabro listado

El pasado 25 de mayo AL DÍA dio a conocer un caso, por lo menos de decir, escabroso de un hombre identificado como Luis Miguel Hurtado García, oriundo de Soplaviento, Bolívar, que fue sorprendido abusando sexualmente de un niño de 9 años, en un domicilio del sector de Villa Caracas, en la localidad Suroccidente.

El agresor, quien fingía ser entrenador de fútbol, se ganaba la confianza de los menores y los padres de estos, prometiéndoles un cupo en un escuela deportiva ficticia, pero con la condición de que se “dejaran tocar’, según contó uno de los niños afectados.

Una vez capturado en flagrancia, el sujeto fue llevado a la URI donde la Fiscalía CAIVAS asumió la investigación que dio con un macabro hallazgo.

El victimario portaba una gorra en cuyo reverso había un listado con nombres como ‘angelito’, ‘príncipe’, entre otros, que las autoridades creen se trata de todas sus víctimas.

Notó algo “raro”

Los abuelos de una pequeña de tan solo 4 años notaron algo extraño en la niña cuando llegó del hogar comunitario ‘Divino Niño’ situada en la calle 64C con carrera 15 del barrio El Valle.

El hecho ocurrió el pasado 17 de julio cuando la menor manifestó ganas de orinar. Para sorpresa de su abuela, quien la ayudaba con la bacinilla, en la orina de la pequeña notó un rastro de lo que parecía ser sangre.

De inmediato la abuela y su esposo se dirigieron de vuelta al hogar infantil donde la respuesta que recibieron fue que los niños habían comido “una ensalada de remolacha”, aduciendo que por eso el color rosáceo. Sin embargo, la familia de la pequeña no les bastó esa rebuscada explicación y buscaron ayuda médica para que les confirmaran sus terribles sospechas: la niña había sido accedida carnalmente.

La Policía de Infancia y Adolescencia asumió la investigación de este caso y determinó que el sobrino de una de las madres comunitarias del lugar sería el sospeco del delito sexual contra la pequeña de 4 años.

La guardería fue cerrada definitivamente.

Aberrante

Si bien todo lo que implique violencia sexual contra los menores de edad son actos reprochables e indignates, que ocurra dentro del mismo núcleo familiar, que es donde se supone se debe proteger y garantizar los derechos fundamentales de los niños, es absolutamente aberrante.

Lamentablemente, y lo confirma Benjamín Collante, del Icfb, el 87% de los casos de los delitos sexuales contra niñas, niños y adolescentes son efectuados por un miembro de la familia o alguien muy cercano y de confianza.

“Es una situación bastante delicadísima porque cuando se presenta un caso de abuso, normalmente hay una persona que es un familiar, un vecino o es una persona allegada. No encontramos, en la mayoría de casos, personas ajenas o extrañas, sino que han sido mayormente personas integrantes del núcleo familiar, por eso cuando eso sucede inmediatamente el Icbf dicta una medida de protección y sacamos a los menores de los entornos familiares”.

El más reciente caso que dio a conocer AL DÍA tuvo lugar el pasado domingo 4 de agosto cuando fue denunciado ante la Fiscalía un caso de incesto.

Un hombre habría abusado sexualmente a su hija de 13 años dentro de la vivienda en la que convivían los dos, ubicada en el barrio Santa María.

El agresor fue aprehendido una vez conocida la situación. Sin embargo, por falta de pruebas debió ser dejado en libertad y hasta el momento no ha podido ser capturado.

No se regeneran

El presidente de la República, Iván Duque, ha tomado la vocería activamente instando al Congreso que impulse con celeridad la aprobación de la ley de Cadena Perpetua contra violadores y asesinos de menores de edad en Colombia.

La cadena perpetua es una pena privativa de libertad de carácter indefinido, que normalmente se impone como condena ante un delito grave, y que puede implicar la privación de libertad de por vida.

Yolima Alarcón Vásquez, Doctora en Psicología, Magister en Familia, Psicologa, Profesora Investigadora Universidad Simón Bolívar, está de acuerdo con la prisión perpetua porque considera que estos individuos no tienen regeneración.

“Estas personas no logran superar los problemas psicológicos que los llevan a tener conductas de abusadores y al salir por un permiso o cumplimiento de la condena vuelven a las mismas conductas convirtiéndose en un peligro para la sociedad en ese sentido estoy de acuerdo con la cadena perpetua para abusadores sexuales de niños”.

Por su parte, Marly Johana Bahamón. Phd en Psicología. Docente y líder del grupo de investigación desarrollo humano, educación y procesos sociales, hace una salvedad dentro de los perfiles de abusadores sexuales.

“La pedofilía es un trastorno sexual que no tiene cura, no tiene un proceso de rehabilitación, son muchas las investigaciones que muestran que no hay mejoras o tratamientos disponible que permita la rehabilitación de estas personas y considerar que van a modificar su orientación o gustos sexuales, eso no ocurre, y nuestras instituciones carcelarias no tienen recursos para ofrecer programas de rehabilitación”.

Con información de: Diana Navarro y Luis Miguel Arango.