¿Qué Pasa?

Bitácora del secuestro del ganadero Jorge Luis Támara que duró 18 horas

Lo montaron en un caballo, caminó y acamparon bajo un toldillo.

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El ganadero sincelejano Jorge Luis Támara Olmos no completó 24 horas secuestrado. No faltaba más, las casi 18 que duró en poder de tres hombres fueron suficientes para sentir las inclemencias del tiempo y la incertidumbre de no saber qué suerte correría en medio del plagio. Cuando se supo en completa libertad la sonrisa no podía apartarse de su cara y las pisadas hacia su casa fueron firmes.

Desapareció la tarde del sábado de su finca Carpeta, en los límites de los municipios de San Benito y Caimito, en la subregión San Jorge al sur del departamento de Sucre. Fue liberado en la mañana de ayer, según la Policía, por la presión que sintieron los delincuentes ante la búsqueda de las autoridades.

El brigadier general Fernando Murillo, director general del Gaula de la Policía, tomó la vocería ante los medios de comunicación en una rueda de prensa que se efectuó ayer cuando el ganadero fue llevado a la Escuela de Carabineros de la Policía en Corozal a la 1:40 de la tarde en un helicóptero.

“Con más de 150 hombres se desarrolla un ‘plan candado’ inmediatamente, a pesar de las distancias y las condiciones difíciles para poder llegar hasta allá se realiza un componente aéreo, terrestre y también acuático. Tenemos identificados a tres hombres como delincuentes comunes que no pertenecen a ningún grupo organizado al margen de la ley o grupo armado residual y que exigían 100 millones de pesos por la liberación”, explicó el alto oficial.

Cuando lo raptaron lo transportaron primero en un caballo de su propiedad, luego a pie y en horas de la noche acamparon en un sitio desconocido –pero cercano a una vía porque él escuchaba los carros al transitar– donde guindaron un toldillo para protegerlo de los zancudos.

‘‘Nunca había dormido bajo uno de esos toldillos’’, expresó en un video que grabaron cuando era atendido en el Hospital Regional de San Marcos.

Eso no fue lo único nuevo: caminó más de lo normal, estaba hambriento y sediento. Sin muchas fuerzas y pocas esperanzas. El ruido de los helicópteros era incesante lo cual le daba a entender a los captores que el cerco de las autoridades estaba montado.

No tenían escapatoria y todo el montaje que armaron se cayó. Por eso lo dejaron en libertad en una calle solitaria, el ganadero tomó una moto y llegó a la finca Mosquito, en San Marcos, de propiedad de un hermano de Jorge Támara Olmos y ahí llamaron a las autoridades.

En el Hospital fue valorado el hombre, de 66 años, luego de la liberación.

El general Juan Carlos Ramírez, comandante de la Séptima División del Ejército, explicó otra versión de los operativos aduciendo que estos fueron netamente militares.

“La operación fue netamente militar de la Brigada XI del Ejército con un apoyo de la Fuerza Aérea del Comando Conjunto de operaciones Aéreas 3. La operación militar se llevó a cabo bajo el mando del coronel Augusto Lemus Osorio, comandante de la Brigada XI”, explicó.

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