¿Qué Pasa?

Con actividades de prevención autoridades buscan combatir robo a motos en 2020

En Barranquilla se hurtaron 1.362 vehículo durante el 2019, 144 más que en 2018, cuando se registraron 1.218 casos.

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Las motocicletas, el vehículo que le brinda una opción económica de transporte y trabajo a miles de habitantes de Barranquilla y su Área Metropolitana, se convirtieron en el blanco preferido de los delincuentes en 2019.

Para contribuir a la prevención de este delito en el arranque de 2020, este medio entrevistó al jefe del departamento de automotores de la Policía Judicial. El uniformado, quien pidió reservar su nombre, informó que el año pasado se robaron 1.362 motos en Barranquilla, 144 más que en 2018, cuando fueron 1.218.

Las estadísticas revelan que las motos preferidas por los bandidos son las más ‘guerreras’, de bajo cilindraje, las que usa la clase trabajadora a diario: las Auteco, especialmente la línea Bóxer, y la Suzuki AX4, que es la actualización de la icónica AX2, una de las motos más vendidas en Colombia en todos los tiempos.

“En la gama que llamamos media los delincuentes buscan las Yamaha FZ y las Biwis de cuatro tiempos. Hemos encontrado que los delincuentes le están cobrando rescate a la víctima, o a veces las hurtan por encargo, para venderlas en otros departamentos, o porque alguien necesita piezas”, contó la fuente.

En gama baja y media, las modalidades de hurto más comunes son el atraco a mano armada y el jaloneo.

“El hurto a mano armada se presenta, sobre todo, en los barrios del sur de Barranquilla y los municipios de Soledad, especialmente en las villas, Malambo y Galapa; en el norte de Barranquilla se registra más el jaloneo”, expresó el investigador.

En ambas modalidades se ha vuelto común que los delincuentes llamen a la víctima, o la persona que figure en los documentos (revisión tecnico mecánica y el seguro obligatorio) para exigirle que page un rescate.

Incluso a veces, y sobre todo cuando ocurre un jaloneo, la banda deja un miembro en el sitio para que se le acerque al afectado y de forma taimada se ofrezca a ayudarle a recuperar la moto.

“El problema es que muchas víctima se quedan calladas y prefieren cancelar el rescate y lo que hacen es financiar y darles más poder a estas bandas porque ven rentable el ilícito y aumentan su accionar delincuencial”, afirmó la fuente.

El investigador explicó que por una moto robada, por ejemplo, un delincuente cobra hasta $300 mil para venderla a un reducidor (persona que la desarma y la comercializa por partes); pero por un rescate el bandido ‘gana’ el doble o triple, entre $600 y $900 mil y “por eso esta modalidad de hurto ha ido en aumento”.

Mototaxistas: víctimas

En bajo cilindraje las víctimas también son mototaxistas. El plan suele empezar cuando una mujer o una joven, generalmente, solicita una carrera desde un barrio ‘sano’ hacía un sector que la banda ha estudiado previamente para dar el golpe.

Cuando la víctima llega al lugar predeterminado, un sector desolado o poco transitado, es abordado por el resto de la banda, le roban la moto y puede que luego le pidan rescate o simplemente desaparecen el vehículo.

Los barrios de Barranquilla con mayor hurto de motos en modalidad de atraco a mano armada son El Bosque, San Luis, San Martín, La Sierrita y Las Américas; este delito también golpea duro a los habitantes de los municipios Soledad, sobre todo en las villas y La Central; Malambo y Galapa.

Las que nunca aparecen

Las motos por las que no cobran rescate, o cuyos dueños no pagan y no son recuperadas por la Policía, tienen dos destinos, el primero es ser desarmadas y vendidas por partes, como repuestos ilegales; el segundo es salir con placas y documentos falsos hacía los municipios de los departamentos de Magdalena y Bolívar, especialmente.

“Las bandas las sacan para estos lugares porque son pueblos pequeños, donde no hay técnicos de automotores y no es fácil establecer cuando una placa es falsa o cuando la moto tiene los sistemas de identificación alterados”, explicó la fuente.

En 2019 la Policía Metropolitana de Barranquilla recuperó 200 motos que habían sido robadas, muchas las encontraron en las calles, en los retenes; otras estaban ocultas en parqueaderos y otras las recuperaron en operativos conjuntos que se realizaron en los departamentos vecinos.

“Para el año pasado, con respecto al hurto de motos en Barranquilla y su Área Metropolitana, tuvimos 116 capturas. Se hicieron dos operaciones grandes, una que fue en Soledad, con 16 capturas y la desarticulación de la banda Los Laufer, que operaba en ese municipio y robaban motos y motocarros; y en Barranquilla desarticulamos una banda que tenía cinco personas”, informó el investigador consultado.

Con respecto a las motos de alto cilindraje, 1.000 o más CC, el experto señaló que se registraron apenas cinco hurtos, todos en la modalidad de estafa, que ocurrieron porque ciudadanos ingenuos trataron de comprar este tipo de vehículos a través de plataformas virtuales y después de consignar o dar dinero nunca les entregaron la moto.

Recomendaciones

Las recomendaciones principales de la Policía Metropolitana de Barranquilla para prevenir el hurto a motos son: siempre dejar el vehículo en parqueaderos reconocidos, utilizar la marcación total de la moto y adquirir medidas de protección adicionales como candados y cadenas, e incluso sistemas de GPS.

A los mototaxistas ser prevenidos y desconfiados con las carreras a sectores de riesgo.

Al vender una moto lo ideal es hacer el traspaso inmediatamente; y al comprar uno de estos vehículos se debe verificar que, en la medida de lo posible, el vendedor sea la misma persona que aparece como propietario en la documentación y, nuevamente, realizar el correspondiente traspaso.

“También es muy importante adquirir una moto de segunda en un lugar reconocido, o a personas que tengan una vida honesta. Ante la duda existe la Sala Técnica de Automotores de la Policía, ubicada en la calle 82 con carrera 42F, en Barranquilla, con técnicos especializados que se encargan de revisar el vehículo y por $55.200 le entregan al ciudadano una certificación con las improntas de la moto”.

Y, finalmente, las autoridades invitan a las víctimas de este delito a no pagar rescate y realizar la denuncia correspondiente ante las autoridades; en primer momento, cuando ocurre el hecho, a las líneas de emergencia 123 y 112 para que se genere un reporte y las patrullas puedan localizar el vehículo en las calles o los sectores donde suelen operar estos delincuentes.

Luego, el ciudadano debe interponer una denuncia y posteriormente y formalizarla ante la Policía Judicial.