¿Qué Pasa?

Edgardo murió tratando de devolverle la luz al barrio Villa Eleila

El cuerpo del contratista de Electricaribe quedó colgando del arnés tras recibir la fuerte descarga eléctrica.

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A Edgardo González Caro le decían “Mono” por su piel blanca y cabe­llo rubio. Residía en una casa de colores naranja y verde, al cruzar un pequeño arroyo en la diagonal 59C1 con 3A, del barrio Nueva Esperanza, de Soledad.

González, de 43 años, trabajaba como contratista de Electricaribe desde hacía seis años. Tenía asignado el turno de 2:00 p.m. a 8:00 p.m. Este martes le hizo un favor a un amigo, y entró a las 11:00 a.m.

Antes de salir de casa en la camione­ta de la empresa que lo recogía, le arre­gló a una vecina un tubo de alcantarilla agrietado que había inundado la calle sin pavimentar. En ese mismo sector residía junto a su esposa Maritza, y sus dos hijos menores.

EL QUINCEAÑERO DE SU HIJA

Se avecinaba una fecha importante pa­ra González Caro, el quinceañero de su hija mayor que había pedido un viaje a España, pues quería ver jugar a Neymar.

A las 7:30, media hora antes que ter­minara el turno, recibió un llamado para arreglar un daño en el barrio Villa Eleila, del municipio de Baranoa, que estaba sin fluido eléctri­co desde hacía tres horas. González llegó al sitio y se subió en el poste primario pa­ra arreglar el transformador. Aseguró el arnés en la cima mientras intentaba so­lucionar el problema.

Cuando estaba arreglando el problema recibió una descarga eléctrica ful­minante, que dejó su cuerpo sin vida col­gando sobre las cuerdas que prevenían su caída. Tras bajarlo, sus compañeros llamaron a la esposa y a los hermanos y les informaron la tragedia.

El cadáver de Edgardo González quedó colgando del arnés | Cortesía

Los hermanos decidieron ir al lugar de los hechos, y José Victor Figueroa Frías, vecino de uno de ellos, se ofreció a acom­pañarlos. Figueroa, de 62 años, mecáni­co y dueño de taxis, murió de un infarto antes de llegar al sitio donde Edgardo González sufrió el accidente.

VERSIÓN EQUIVOCADA

Inicialmente se manejó la versión de que Figueroa murió a eso de las 10:00 de la noche al llegar al lugar donde murió Edgardo González. Se dijo que la escena que vio fue de­masiado fuerte para su corazón. Sin embargo, su cuñada, Danny Quiroga, precisó en la tarde de este miércoles que Figueroa comenzó a sentirse mal cuan­do iban en el carro hacia Baranoa. Los hermanos de Edgardo lo llevaron a un hospital en donde a las 11:00 p.m. murió de un infarto.