¿Qué Pasa?

El último adiós de la líder social asesinada

Maritza Quiroz Leiva recibió sepultura en Santa Marta.

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Sin discursos ni arengas, pero con alabanzas, fue sepultada en el camposanto Jardines de Jerusalén, en el oriente de Santa Marta, la líder social Maritza Quiroz Leiva, asesinada el fin de semana en su casa, ubicada en la vereda San Isidro, en las estribaciones de la Sierra Nevada. Por decisión de la familia se pidió a los asistentes al sepelio no vociferar, pero sí que se entonaran himnos de adoración a Dios.

El pastor Pedro Villalba, de la Iglesia de Dios Ministerial, dirigió los cánticos. Luego de terminadas las exequias, los familiares de la dirigente afro y suplente de la Mesa de Víctimas del Distrito, al igual que líderes sociales del Magdalena, se trasladaron al casino de la Policía Metropolitana, donde se reunieron con el director de la Unidad Nacional de Protección, UNP, Pablo Elías González.

En el recinto, el funcionario quedó sorprendido por la cantidad de líderes en esta zona del país que manifestaron estar amenazados, pues en su agenda solo tenía nueve. La líder afro y coordinadora de la mesa municipal de víctimas, de Ciénaga, Ana Buelvas Cañate, fue le reclamó al director de la UNP, Pablo Elías González, mayor atención a quienes en una u otra forma, defienden los derechos de los campesinos y de las víctimas del conflicto.

Con vehemencia y delante de las principales autoridades del Departamento y el Distrito, le dijo que lo que busca con su tarea es que “el Estado me garantice la seguridad, la de mi comunidad y la de mi familia”. “Nosotros no estamos interesados en que nos den un carro, queremos es que nos brinden protección, porque después que me asesinen, ya ¿para qué?”, enfatizó. Sugirió al funcionario estatal que es necesario que se produzca una modificación del protocolo de las víctimas.

ENTREVISTAS A LÍDERES

El director de la UNP, Pablo Elías González, le dijo a los líderes sociales y representantes de las víctimas en el Magdalena que se va a iniciar una serie de procedimientos para establecer quienes están amenazados y requieren protección.

“Ya tomamos algunas medidas extraordinarias, que son reservadas, pero lo que si podemos informar es comenzamos a implementar unas rutas de protección individual y colectivas, sobre todo a comunidades afro”, anotó. Manifestó que Maritza Quiroz, como los otros cinco líderes sociales en el país, “no tenían amenazas o sea que ni ellos mismos detectaban su situación de riesgo”. “Desafortunadamente es un problema de violencia que afecta los derechos humanos y de expresión que tienen los líderes sociales”, añadió.

Se supo que una de las medidas excepcionales que se tomaron en la reunión de Santa Marta fue proteger al hijo de Maritza que milagrosamente se salvó de morir junto con su madre, porque ésta le dijo que se escondiera.

Pablo Elías González advirtió que como van las cosas y si sigue la ola de amenazas y crímenes el presupuesto para protección quedará corto. También hizo saber que se está avanzando en la evaluación de la situación de riesgo de las personas protegidas para retirar los esquemas que hoy son innecesarios.

PREOCUPACIÓN

Las voces de repudio al crimen de Maritza Quiroz se escucharon luego que el la lideresa social fuese sepultada, como también la preocupación que la asiste a los dirigentes. Nayara Hernández, defensora del pueblo del Magdalena, dijo que Maritza, “era una líder muy pacifica, no tenía ningún tipo de amenazas y que hacia parte de un proyecto denominado La Sierra Siembra”. Rosa Villalba, subdirectora de la red defensora de los derechos humanos, calificó lo sucedido como “algo que se veía venir”.

Reclamó por la pasividad de la UNP, aseverando que cuando reacciona ante una denuncia de amenaza, lo que encuentra es un acta de defunción. “Siempre la respuesta es no hay riesgo”. Reveló que ella lleva tres amenazas. Yomaira Maldonado, otra lideresa, dijo que “sentimos que estamos desprotegidos” y recordó que fue amenazada recientemente con una corona de flores. “El Estado no tenía por qué esperar que sucediera esto en el Magdalena”.

Javier Vidal, presidente de la Asociación Nacional de Usuarios Campesinos y de la Asociación de Reclamantes de Tierras del Magdalena, dijo que “parece que se han puesto de acuerdo para acabar con nosotros de manera sistemática. Siento miedo”, expresó.