¿Qué Pasa?

Familiares de recluso fallecido en ‘La Tramacúa’ acusan al Inpec por presunta responsabilidad en su muerte

Sólo en el mes de abril murieron cuatro internos en la Penintenciaria de Alta y Mediana Seguridad.

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Una denuncia ante la Fiscalía ins­tauró el hermano de un interno de la Penitenciaría de Alta y Me­diana Seguridad en Valledupar, que murió el pasado 21 de abril por causas aun por establecer.

Se trata del preso Víctor Correa, de 42 años, quien al parecer habría ingerido una gran cantidad de medicamentos pa­ra psiquiátricos que lo llevaron a la muer­te. Sin embargo, sus familiares conside­ran que el hecho no está claro, ya que este nunca mostró signos de enfermedad mental, ni que debiera estar sometido a tratamientos para tales efectos.

“El director de la cárcel dice que ellos le dan una droga psiquiátrica, y que lue­go no saben cómo cada interno que la tenga se la consume entonces no saben qué pasó, no sabemos si murió dentro de la cárcel o en la clínica a donde lo lleva­ron, por eso la denuncia. El director dio a entender que mi hermano agarró todas esas pastillas y se las tomó de una” relató Ferney Correa, hermano del fallecido.

En este caso están a la espera de los resultados de Medicina Legal para saber a qué hora exacta murió Víctor Correa, para descartar si fue dentro o fuera de la Penitenciaria, como también cual fue el medicamento que ingirió y si este le cau­só la muerte

“Mi hermano no era psiquiátrico por eso nos preguntamos por qué le daban ese medicamento, al parecer, esa mis­ma droga se la están dando a los demás internos… él llevaba 7 años preso y no presentó problemas”, puntualizó Correa.

Otros fallecimientos

En abril pasado también murió el in­terno Argemiro Usma Bernal, de 49 años. Su fallecimiento quedó registrado el 8 de ese mes cuando se tragó varios dediles de cocaína, al parecer, para esconderlos en su estómago y luego evacuarlos, no obstante estos le reventaron al interior de su cuerpo.

El 10 de abril se produjo el deceso de José Jorge López Jiménez, de 60 años, quien llevaba varios días de estar hospi­talizado tras las secuelas de una puñala­da que recibió en meses anteriores.

El 20 de ese mismo mes murió Luis Ale­jando Zapata Rodríguez, de 30 años, quien supuestamente sufrió un infarto luego que en medio de un partido de fútbol recibiera un balonazo a la altura del tórax.

Se conoció que Zapata Rodríguez en años anteriores había sido operado del corazón, y que tras recibir el balonazo le afectó. Asimismo que luego del golpe quedó inconsciente por varios minutos, al ver que no reaccionaba fue llevado al puesto de salud en la Penitenciaría y lue­go al hospital Rosario Pumarejo de Ló­pez donde llegó sin signos vitales.

Ante estos hechos, el delegado de la Personería Municipal de Valledupar para asuntos penitenciarios Ciro Pérez indicó que el 22 de este mes la mesa Regional de Centros Penitenciarios tendrá un en­cuentro para explicar ciertos procesos, y dar a conocer los seguimientos a los compromisos adquiridos.

“En esta reunión estará el director de Penitenciaría, el director regional del Inpec, dependencias de salud, la Uspec, Procuraduría todos los intervinientes en asuntos penitenciarios para aclarar lo presentado en el mes de abril, de ante mano puedo decir que el diagnostico de cada muerte lo da Medicina Legal por­que es un tema médico forense para de­terminar si fue alguna negligencia u otra causa”, detalló Ciro Pérez.

La mayor queja es por la salud

La Defensoría del Pueblo seccional Ce­sar indicó que la mayoría de las quejas que reciben por parte de los internos de la ‘Tramacúa’ es por temas relacionados con la salud, debido a que la EPS a la que están afiliados es demorada en los trámites administrativos para la autorización de procedimientos médicos.

“No dejan de llegar quejas por temas de salud, pero el sistema es el mismo a una persona que no está privada de la li­bertad por lo que se presentan tutelas o demandas para solventar; luego de esta queja también se reciben por problemá­tica con el agua y el trato por parte de los guardianes, lo cual se ha solucionado en gran medida”, refirió la institución.

Informó que hasta la fecha no han re­cibido quejas por parte de enfermos psi­quiátricos, los cuales no los hay. “Lo que sucede es que hay reclusos que tienen problemas de drogadicción y al estar pre­sos entran en trastornos, pero no son psi­quiátricos se les da una droga para man­tenerlos controlados”.

Por su parte la secretaria de Salud Mu­nicipal, Claudia Margarita Zuleta, indicó que esta dependencia actúa si un interno presenta una enfermedad de interés de salud pública.

“Hacemos la intervención si es de sa­lud pública, pero si es por enfermedad natural u otra patología que no requie­ra un seguimiento directo por parte de la Secretaría de Salud, pues se cumplen con los protocoles a lugar”, destacó la funcionaria.