¿Qué Pasa?

¡Indignante! Dos casos de hombres heridos por oponerse a un atraco en el departamento de Bolívar

Ambos se encuentran en la Unidad de Cuidados Intensivos.

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El salir a caminar por las noches en el municipio de Turbaco se ha con­vertido según los habitantes de es­te municipio, en una actividad sui­cida, pues dicen que temen a ser atracados o en el peor de los casos salir malheridos por los ‘amigos’ de lo ajeno, tal como ocurrió en la noche de este jueves, cuando un hombre fue apuñalado, al pa­recer, por un presunto ladrón.

De acuerdo a lo manifestado por la víc­tima, identificada como Cristian de Je­sús Castro Arnedo, se encontraba cami­nando a las 9:45 de la noche por el barrio El Paraíso con dirección a su vivienda, cuando fue interceptado por un sujeto quien le exigió con cuchillo en mano, que entregara sus pertenencias.

Castro Arnedo se negó de manera ro­tunda a obedecer a las exigencias del presunto ladrón. Fue entonces cuando el sujeto sin identificar, se abalanzó sobre la víctima para arrebatarle por la fuerza las cosas que él quería, pero Cristian de Jesús se enfrentó al supuesto ladrón pa­ra evitar que lo apuñalaran.

Luego de varios segundos de forcejeo, el herido se zafó de la pelea y empezó a correr para escapar, sin embargo, el pre­sunto ladrón le dio alcance y le propinó a su víctima dos puñaladas en la espalda.

Ricardo, al sentir que lo habían herido, empezó a gritar para pedir ayuda a los vecinos del lugar, razón por la cual el sujeto que supuestamente es el agresor, hu­yó sin dejar rastro, mientras que Castro Arnedo quedó tendido en el suelo, des­angrándose.

Un habitante del barrio que se percató del caso, salió de su casa y trasladó a la víctima hasta el hospital local para que lo atendieran, pero debido a que las heridas habían comprometido uno de los pulmo­nes de Castro, fue remitido de urgencias hasta la clínica Madre Bernarda, donde permanece en la Unidad de Cuidados In­tensivos, a la espera de mejora para vol­ver a intervenirlo quirúrgicamente.

El comandante de la Policía Metropoli­tana de Cartagena, general Luis Humber­to Poveda manifestó que, “se está trabajando en el tema de mejorar la seguridad tanto en los barrios de Cartagena como en los de Turbaco y demás municipios, para brindarle tranquilidad a los ciudadanos”.

Por su parte, los turbaqueros se han quejado y manifestaron su inconformis­mo con las acciones de la Policía. “No­sotros queremos que la Policía haga más presencia en los barrios del municipio, porque no soportamos tener que vivir con miedo cuando salimos a caminar porque nos vayan a matar por un celular”.

OTRO CASO EN EL DEPARTAMENTO

Este viernes se registró otro caso similar en el que la vida de un hombre está pendiendo de un hilo tras recibir un disparo cuando se re­sistió a un atraco en el barrio Paseo Bo­lívar, en horas de la mañana.

Según lo reportado por la Policía Me­tropolitana de Cartagena, la víctima identificada como Ricardo Rúa Cabrera, de 26 años, se encontraba en una esquina de la calle principal del barrio mientras esperaba para ir a trabajar, cuando de repente se le acercaron dos sujetos que se movilizaban en una moto marca Pulsar, quienes presuntamente lo intimidaron para atracarlo.

El parrillero tras bajarse de la moto­cicleta, y luego de apuntar con un arma a Rúa Cabrera, le exigió que le entrega­ra el celular y las demás pertenencias, a lo que el hombre se negó. Sin embargo, el presunto delincuente insistió con violencia, por lo que Ricardo comenzó a forcejear con su atracador.

El presunto pistolero, al ver que no pu­do quedarse con las pertenecías de Rúa Castro, le propinó un disparo en el abdo­men el cual provocó que Ricardo caye­ra al piso, mientras que los motorizados emprendieron la huida con rumbo des­conocido.

Algunos de los vecinos del lugar, quie­nes escucharon el disparo que le propi­naron a Rúa Cabrera, llegaron hasta el sitio y auxiliaron al joven y lo trasladaron en un taxi hasta la clínica San José de To­rices, donde los médicos lo intervinieron quirúrgicamente para extraerle la bala.

Hasta el cierre de la edición, Ricardo Rúa permanecía en la Unidad de Cuida­dos Intensivos, a causa de la gravedad de la herida que recibió.