¿Qué Pasa?

La turbulenta vida de Javier: pastor evangélico, Rey Momo Gay y acusado de estafa

López fue denunciado por falsedad en documento privado.

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En un escándalo nacional se ha convertido el caso del barranquillero J

avier Antonio López Bermúdez

, exdiácono de la Iglesia Anglicana Regina Apostolorum, con sede en Bogotá, a quien señalan de estafar a más de 900 personas con un “falso programa de viviendas” en esa ciudad.

Desde que Noticias Uno publicó dos informes en su sección ¿Qué tal esto?, la lluvia de críticas ha caído sobre López, que antes enfundarse las vestiduras clericales, como sotana y alzacuello, se disfrazó de cumbiambero para liderar el Carnaval Gay de Barranquilla 2015, como Rey Momo Cívico.

Ver: Falso sacerdote que recaudó $3 mil millones fue Rey Momo en el Carnaval Gay

Esta faceta de su vida, desconocida por sus feligreses en la localidad de San Cristóbal, ubicada en el suroriente de la capital del país, hizo que la desconfianza aumentara, al punto de que Constanza Plazas, su mano derecha en la Fundación Paulo Freire (aliada a la parroquia, a través de la cual se gestionaban las supuestas viviendas), recibió amenazas de algunos de los más de 300 incautos que cancelaron 147.000 pesos —valor exigido por la fundación por concepto de papelería— con la esperanza de obtener casa propia a través de un supuesto programa del Gobierno Nacional.

López Bermúdez actualmente se encuentra en Barranquilla, según contó a AL DÍA, adelantando un proceso de conciliación junto a su equipo de abogados para devolver los dineros que captó.

Asegura que tiene menos de 15 días de haber vuelto a esta ciudad y que, si bien es cierto se retiró del diaconado porque le tocaba dar un paso al sacerdocio y lo considera “demasiada responsabilidad”, estas personas “se desesperaron” y no le permitieron hacer la gestión ante el Fondo Nacional de Vivienda.

Sin embargo, en Bogotá el máximo representante de la Iglesia Anglicana en Colombia, obispo Francisco Duque, piensa otra cosa. En el mismo informe del noticiero televisivo tildó a López Bermúdez de “bandido” y expresó que “habrá que iniciar todos los trámites legales para que sea juzgado y condenado”.

Mientras este asunto jurídico sigue su curso, AL DÍA indagó sobre la vida del singular exdiácono, quien manifestó en una entrevista a esta casa editorial el pasado miércoles que desde hace tres años alternaba sus labores como líder religioso con la defensa irrestricta de los derechos humanos de la población LGBTI; algo que para los devotos radicales resulta sumamente contradictorio.

EVANGÉLICO DESDE LOS 11 AÑOS

Javier Antonio López Bermúdez nació hace 27 años en la Clínica Santa Mónica, de Barranquilla. Es el último de los tres hijos del matrimonio de la ocañera Adiela Bermúdez de López, de 62 años, y Antonio López Lozano, de 71, natural de La Gloria (Cesar). Estos desde hace más de 20 años residen en el municipio de Soledad.

López cursó la primaria en el

Liceo Moderno de Soledad

y estudió la secundaria en la Institución Educativa Distrital

Técnica Bilingüe Jorge Nicolás Abello.

Desde los 11 años comenzó a asistir a una iglesia cristiana evangélica y a los 19 ya era pastor de jóvenes, en la Iglesia Jesús Reina en Colombia, que estaba bajo la cobertura de la Iglesia Concilio Internacional Jesús Reina, con sede en Estados Unidos. Allegados a López afirman que su integración a la iglesia evangélica se dio por el constante matoneo del cual era víctima por parte de vecinos y compañeros de colegio, pues “tenía una conducta afeminada muy arraigada”.

A los 23 años fue motivado por un grupo de seguidoras y fieles asistentes a los cultos que presidía a crear una iglesia evangélica,teniendo en cuenta que en el concilio internacional recibió clases de teología, hermenéutica y mayéutica. Pero un año después decidió dar un paso al costado.

ACTIVISTA LGBTI

A los 24 años Javier López Bermúdez se alejó de “los caminos de Dios” y empezó a trabajar como activista de derechos humanos de la población LGBTI. En ese año 2013 ingresó a la Corporación Universitaria Americana donde logró cursar cuatro semestres de Derecho.

“Ser activista me instó a apasionarme más por la carrera, para defender los derechos humanos de la población LGBTI, que es muy vulnerada. Pero en el camino me tocó suspender mis estudios por limitaciones económicas”, añadió López.

Entonces comenzó a vender verduras con su padre Antonio López, en el sector de Barranquillita, y luego trabajó en varios almacenes de ropa y calzado, para ayudar a sostener el hogar.

En el año 2014 fue postulado por Jimmy Aguilón Varela, propietario de la antigua discoteca gay Amnesia en Barranquilla, para ser elegido ante la Corporación Autónoma del Carnaval Gay de Barranquilla como

Rey Momo Cívico del 2015.


Compartía con los feligreses en lugares poco apropiados y así ganó su confianza. | Cortesía

“Jimmy lo postuló en agradecimiento, porque Javier López era uno de los clientes que más dinero gastaba en trago en su discoteca. Y el hecho de que un representante de la disco tenga un personaje protagónico en el Carnaval Gay, hace que se llene en precarnavales y en los cuatro días de Carnestolendas”, indicó un vocero de la Corporación Autónoma del Carnaval Gay de Barranquilla que participó en la elección.

Aguilón Varela también confirmó a AL DÍA que él impulsó la figura de López en la Corporación y por sus buenas relaciones, más el trabajo como activista LGBTI del expastor evangélico, terminaron escogiéndolo como Rey Momo Cívico.

Cumplió a cabalidad con su rol en el Carnaval de Barranquilla, que se llevó a cabo del 14 al 17 de febrero del 2015, y a principios de marzo se marchó a la capital del país en busca de empleo.

ESTAFA Y DEVOLUCIÓN DE DINERO

Pasó por las localidades Ciudad Bolívar y Chapinero, hasta llegar a San Cristóbal, donde terminó radicándose como pensionado en el barrio San Jacinto.

Allí, de acuerdo con la publicación de Noticias Uno, se presentó como presbítero de la iglesia anglicana, supuestamente enviado por el Arzobispo de la Catedral de Canterbury, Inglaterra, “para recuperar la espiritualidad de algunos bogotanos”.

Monseñor Haiver Perilla Caballero, obispo primado de la Iglesia Anglicana Regina Apostolorum, con sede en Bogotá, dijo que se presentó en marzo pasado con una hoja de vida con actas falsa, que lo avalaban como diácono de la Iglesia Anglicana ordenado en la Costa Atlántica y por eso fue rechazado y denunciado.

En una actividad benéfica de la Fundación Paulo Freire, en el barrio San Jacinto. |Cortesía

Jorge López se defendió diciendo que fue nombrado por este como diácono por un periodo de dos años y que jamás se hizo pasar como sacerdote. “Ellos me decían padre, pero todos conocían mi condición de diácono. Yo lo único que hacía era estar al lado del sacerdote, ayudándolo a servir la mesa y repartir la hostia”.

López dijo que se vino de Bogotá al enterarse que su padre sufrió un preinfarto y su madre se había fracturado la pierna derecha. Los líderes de la iglesia anglicana sostienen que fue expulsado de la congregación al descubrirse que sus documentos aportados eran falsos.

El monto del dinero recaudado en esa congregación para el supuesto programa en el que obtendrían casa propia, según dijo el mismo exlíder religioso, oscila entre los 30 y 40 millones de pesos. El otrora pastor evangélico, activista de los derechos de la comunidad LGBTI, Rey Momo Cívico del Carnaval Gay y finalmente diácono de la iglesia anglicana, sostiene “ante los ojos de Dios” que devolverá el dinero a los bogotanos que confiaron en él. Quizá considera que “el que peca y reza, empata”.