¿Qué Pasa?

Lo que hay detrás de la guerra a muerte entre las pandillas de El Bosque

Entre el 2015 y lo que va del 2016, esta disputa ha cobrado la vida de tres jóvenes.

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La guerra entre pandillas del barrio El Bosque está declarada y es a muerte. Jovencitos de edades entre 15 y 25 años que deberían invertir su tiempo estudiando o en actividades productivas, se la pasan durante el día fraguando cuál será el próximo golpe que debilite a sus enemigos.

El pasado 14 de octubre fue el más reciente ataque de los PVC contra la pandilla los Adolescentes.

En esa ocasión seis sujetos subieron a las 6:30 de la mañana en un bus de servicio especial, que transporta a obreros que trabajan en construcciones del norte de la ciudad.

El objetivo era ultimar de cualquier modo a

Eduardo Luis Bolaño Rebolledo

, de 20 años, conocido entre amigos de barriada con el apodo de

“Coquito”

.

Eduardo Luis Bolaño Rebolledo

Este joven, según su padrastro Eder Bermejo Sánchez, desde hace año y medio dejó de hacer parte de la pandilla los Adolescentes, y se integró al programa de la alcaldía de Barranquilla, Va Jugando, y estaba dedicado cien por ciento a su trabajo como obrero de la construcción.

A Bolaño lo atacaron en venganza porque el 13 de octubre se desató una riña entre las dos pandillas en la calle 69 con carrera 10, barrio Villate. Allí resultaron heridos con arma blanca dos miembros de los PVC, que juraron “que las cosas no iban a quedar de ese tamaño”.

Pero, ¿qué desató esta reyerta? De acuerdo con la investigación realizada por

AL DÍA

en este sector, el choque entre los dos grupos tuvo origen porque los llamados PVC profanaran en el cementerio Calancala la tumba de Gleiner Cervantes Ramos, de 20 años, conocido con el remoquete del Chino, al parecer integrante de los Adolescentes. La indignación de estos no se hizo esperar, pues se sintieron heridos en su orgullo.

Así registramos la noticia en su momento:

Cervantes Ramos fue atacado a bala a las 8:30 de la noche del pasado 21 de septiembre, cuando conversaba con amigos en la diagonal 68 con carrera 9J1, barrio El Bosque. Su deceso se produjo hora y media después en el Hospital General de Barranquilla.

Según familiares de Eduardo Luis Bolaño Rebolledo, los PVC acabaron con los arreglos florales, las fotos y adornos que habían puesto en la última morada de Gleiner, y a las pocas horas publicaron en redes sociales fotografías de ellos en la tumba profanada “en son de provocación y burla”. Tal publicación habría sido eliminada horas después.

Los Adolescentes atribuyen a los PVC este asesinato y el de un menor de de 17 años. Este último joven era cuñado de Eduardo Bolaño Rebolledo, pues su hermana, Arelis Rada Brochero, era la pareja sentimental del albañil. El joven fue herido mortalmente de un balazo en la espalda, a las 6:20 de la tarde del 10 de mayo de 2015, cuando celebraba el Día de las Madres con su progenitora, Lesly Brochero, a las afueras de un estadero de la carrera 10C con calle 65, barrio El Bosque. Murió el 28 de mayo de 2015 en el Hospital General de Barranquilla.

Al día siguiente la atribulada madre aseguró a la prensa judicial que el crimen de su hijo fue perpetrado “por un sujeto conocido con el alias del Menor, miembro de la pandilla los PVC, quien tiene prohibido que vecinos de otros sectores lleguen a su territorio”, reza el facsímil de

AL DÍA

, en su publicación del 30 de mayo de 2015.

EL ORIGEN DE TODO

Fuentes de entera credibilidad aseguraron que el origen de esta absurda vendetta consiste en que los PVC atracaron a una persona allegada a los Adolescentes a principios del 2015, cuando ambos bandos aún eran amigos, pues físicamente los separa una cuadra. Todos viven en El Bosque.

EL BRUTAL ATAQUE

La familia de Eduardo Bolaño Rebolledo quiere limpiar su nombre. Aseguran que no era delincuente y que sostenía a su familia con el sudor de su frente, laborando como albañil en un edificio en construcción en la calle 90 con carrera 64B, barrio Villa Carolina.

De hecho el día del feroz ataque se dirigía al trabajo. El padrastro, Eder Bermejo, sostuvo que los seis sujetos que orquestaron la arremetida abordaron el bus en la calle 64 con carrera 15, barrio Villate.

“Eran Juan, el Piecito, Ape, Alejandro, Chiki Baba y el Guasón, todos miembros de los PVC. Estando dentro del bus lo acorralaron y comenzaron a golpearlo. Él como pudo salió corriendo y se bajó. Alcanzó a sacarles ventaja, pero esos delincuentes comenzaron a gritarle a la gente “un ratero, un ratero”, y muchos se le atravesaron, hasta un carro se le metió. Por eso es que lo cogieron. Y cuando ya lo tenían a merced, lo atacaron a puñaladas, patadas, trompadas y pedradas, denunció ante la Fiscalía el padre de crianza, y relató ante la prensa, apesadumbrado.

Posteriormente fue llevado al Hospital General de Barranquilla, donde se generó el ya conocido desenlace: Eduardo falleció a las 3:30 de la tarde, por las múltiples lesiones y heridas.

En esta foto aparecen las tres víctimas de esta absurda guerra: el menor de 17 años, Eduardo Bolaño y Gleiner Cervantes.

LA OTRA AMENAZA EN FACEBOOK

Después de asesinar al menor de 17 años y a Eduardo Bolaño, los PVC tendrían ahora como objetivo acabar con la vida de Arelis Rada Brochero, hermana del primero y esposa del segundo.

La joven de 23 años aseguró que la amenaza de la que fue víctima a través de la red social Facebook, fue realizada a las 3:53 de la tarde del 17 de octubre, como reacción a un estado que ella publicó ese mismo día.

El estado de Arelis decía lo siguiente:

“…para atacarlo tuvieron que cogerlo entre cuatro, porque uno solo no daba la talla, los famosos completicos. Allá arriba hay un Dios que pa abajo ve. Y hay un Dios demasiado grande y ustedes se la van a ver con él. Los PVC”.

La respuesta, aunque no es directamente en el perfil de Arelis, sino en el de un miembro de los PVC, esta se la atribuye: “Jajaja… Los famosos bendecidos. Dios. Jajaja… Qué tal la “hablona” esa. Cuidado y las moscas se te meten en la boca, payasa (seguido de un emoticón de un arma de fuego)”.

Hasta el cierre de esta edición, la Policía no había reportado capturas por este caso ni se ha pronunciado sobre la guerra sin tregua que se han declarado las pandillas, que operan en sectores deprimidos de la ciudad.