¿Qué Pasa?

“Manito ayúdame, no me dejes morir, ayúdame”

Investigan microsueño por parte del conductor en accidente fatal en Malambo.

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Mientras se comían una salchipapa durante la madrugada del domingo, la tragedia tomó por sorpresa a cinco jóvenes de dos familias, los Zabaleta Gutiérrez y Thomas Pacheco.

A eso de la 1:15 a.m. de ayer, el grupo de personas se encontraba en la calle 4 con carrera 4 del barrio La Magdalena II (Malambo) cuando fueron embestidos por un bus de servicio especial afiliado a la empresa San Carlos, de placas SZK-103, cuyo conductor, William Enrique Castro Chávez, de 37 años, sufrió un microsueño y perdió el control del vehículo, según explicó la Policía Metropolitana.

El fuerte impactó acabó de inmediato con la vida de los hermanos Rubén Darío Zabaleta Gutiérrez, de 24 años; Guillermo Enrique de 22 y Sergio Luis, de 19, en tanto que Manuel Thomas Pacheco de 28 años, murió en la clínica Campbell de Malambo, adonde había sido trasladado por sus familiares.

En el hecho resultó herido Osvaldo Thomas Pacheco, de 18 años y hermano de Manuel, quien registra un trauma craneoencefálico y trauma de tórax. Fue trasladado a la clínica Campbell de la carrera 14 en Barranquilla.

El choque destruyó dos casas, en una de esas reside la familia Thomas Pacheco.

Luego de ocurrido el hecho, el conductor del bus de servicio especial se dio a la huida, temiendo que fuera linchado por la comunidad, pero se presentó en la estación de Policía del municipio y fue dejado bajo detención preventiva.

Los tres hermanos que fallecieron en el accidente eran oriundos de Venezuela, pero de padres colombianos.

‘Manito, no me dejes morir’

En la mente de Luis Enrique Escorcia se mantienen frescas las imágenes del accidente de tránsito.
Aún traumatizado por lo sucedido, Luis Enrique narró lo ocurriro en el barrio La Magdalena II, de cómo trató de ayudar a sus amigos y también de cómo logró salvarse del accidente.

El joven de 20 años asegura que él y sus amigos estuvieron departiendo hasta las 12 de la noche y al llegar a su casa entró para brindarles agua. Luego decidieron ir a comprar salchipapas a un negocio ubicado cerca de la carretera Oriental.

“Nos sentamos en el andén y en ese momento mi hermano me llamó para quitarme los zapatos, cuando voy por el primer carril de la carretera veo que viene el bus y acelera, cuando volteo ya se había llevado a los pelaos”, contó Luis Enrique con la voz entrecortada.

Asegura que tras observar el accidente, salió corriendo para ayudar a sus amigos, que al verlos debajo del bus, buscó un machete para cortar algunas ramas y poder sacarlos.

“Osvaldito me tiraba la mano para que lo jalara, con el hermano de él lo estábamos jalando y me decía: manito, ayúdame manito, no me dejes morir, ayúdame…y de repente se fue”.

Varios vecinos también ayudaron en las labores de rescate, entre ellos Rafael Santiago, quien asegura que al momento del accidente se encontraba durmiendo y el ruido lo despertó.

“Cuando sentí fue el estruendo, se escuchó como una bomba, salí enseguida a ver qué había pasado y vi el bus metido en las casas, enseguida me puse a colaborarle a la Policía para sacarlo porque los muchachos quedaron debajo del bus. Es muy duro”.

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