¿Qué Pasa?

Masacre en Las Terrazas: inquilinos mataron a 4 de una familia

El hecho ocurrió en la carrera 34 con calle 8, en la localidad Suroccidente de Barranquilla. La Policía ofrece hasta $10 millones de recompensa por información.

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La ambición por el dinero fácil sería la motivación que tuvieron al menos dos delincuentes para asesinar a cuchilladas a cuatro miembros de una misma familia (un adulto mayor y tres mujeres) en una casa – finca, llamada El Gran Chaparral, carrera 34 No. 81-229, barrio Las Terrazas, en Barranquilla.

Las víctimas son el ingeniero agrónomo Jaime Enrique Herrera Oviedo, de 75 años; su esposa, Griselda Acevedo Ospina, 34 años; una hermana de Griselda identificada como Betzaida Acevedo Ospina, 32; y Sandra Ricardo Montes, 32, prima de Griselda.

Los asesinatos ocurrieron entre las 2:00 y las 4:00 de la madrugada de este sábado, pero los cuerpos los encontraron nueve horas después, pasadas la 1:00 de la tarde, cuando un hijo de Jaime llegó a la finca a verificar cómo estaba su padre ya que desde las 8:00 de la mañana “no le cogía el celular”.

Con base en testimonios las autoridades han determinado que los asesinos serían al menos dos venezolanos a quien las víctimas le dieron albergue y alimentación a cambio de dinero y fuerza de trabajo para laborar en los cultivos que tenía Jaime.

Robaron una caja fuerte

El comandante de la Policía Metropolitana de Barranquilla, general Mariano Botero Coy, hizo presencia en el lugar de los hechos y explicó lo que se conoce hasta ahora del caso.

El oficial relató que las tres mujeres las encontraron encerradas en un baño, estaban amaradas entre sí con sábanas y amordazadas con prendas de vestir. El baño tenía signos evidentes de lucha, como el bacín que fue arrancado y la tubería que se reventó dejando correr el agua libremente.

Las mujeres tenían ropa de estar “entre casa” cuando las asesinaron.

El cuerpo del “señor Jaime” lo descubrieron afuera de la casa, junto a un árbol. Vestía ropa de trabajo: una camisa blanca, un jean, correa de cuero y unas botas. También estaba amordazado.

Los investigadores consultados por este medio presumen que los bandidos ingresaron a la casa antes de la medianoche, sometieron a la familia, los amarraron y a las mujeres las metieron en el baño de una habitación.

Jaime quedó bajo el control de los delincuentes y lo habrían golpeado para que revelara donde tenía una caja fuerte y objetos de valor.

Al parecer en un descuido el ingeniero agrónomo corrió para escapar, pero los delincuentes lo alcanzaron y lo degollaron fuera de la casa. Regresaron y para no dejar testigos mataron a cuchillo a las tres mujeres.

“Un hecho de este tipo requiere de al menos dos delincuentes, dos hombres, para someter a las tres mujeres y el adulto mayor. Los vecinos cuentan que a las 2:00 de la madrugada escucharon ladrar los perros de la finca, pero nadie les puso cuidado, si lo hubieran hecho la historia sería diferente”, le manifestó uno de los investigadores del caso.

La hipótesis del robo la refuerza el hecho que los detectives encontraron “todo revolcado” dentro de la casa, y al revisar con otros familiares de las víctimas descubrieron que faltaba una caja fuerte pequeña y otras pertenencias personales de las personas asesinadas.

Les subió el alquiler

“La información que nos brinda la ciudadanía es que durante un tiempo largo, superior a cinco meses, el señor Jaime les dio posada a una pareja de ciudadanos extranjeros quienes, al parecer, tenían que trabajar en la finca y pagarle $15 mil diarios por la estadía”, comentó el general Botero Coy.

Parece que el viernes Jaime y uno de los venezolanos que trabajaban en el predio tuvieron una fuerte discusión porque el ingeniero decidió subirle el ‘arriendo’ en 50%, es decir “de $15 mil pesos el dueño lo pasó a $30 mil, situación que le habría incomodado al inquilino”, explicó el comandante de la Policía Metropolitana de Barranquilla.

La hipótesis de los investigadores es que al menos dos trabajadores venezolanos de Jaime se pusieron de acuerdo para robarlo y también terminaron asesinándolo junto a su familia.

Vecinos manifestaron que a pesar de estar ubicada en una zona que colinda con una invasión donde se expende droga, la finca El Gran Chaparral era productiva y Jaime tenía buenos contactos. Al parecer hasta contratos con la Administración Distrital para suministrarles árboles.

Además, el veterano ingeniero agrónomo era pensionado y le iba bien en sus negocios porque trabajaba con productos orgánicos y lumbricultura (las operaciones relacionadas con la cría y producción de lombrices).

$10 millones de recompensa

El general Mariano Botero Coy invitó a la ciudadanía a colaborar con las autoridades brindando información a la línea 112 o 123. Anunció que la Policía y la Alcaldía de Barranquilla están ofreciendo hasta $10 millones de recompensa por información que permita la captura de los autores de los cuatro asesinatos.

“Ese señor era serio en su trabajo, tenía más de 30 años de vivir ahí, era amante de los caballos, de cultivar la tierra. Él vivía ahí con su señora, que es una de las muertas, y su cuñada, la mujer era su segunda esposa, porque la primera había fallecido hace años, era un tipo serio, no se enredaba con mujeres, ni con trago”, expresó el vecino Ricaurte Balza.

“Una cuestión de esas nunca se había prestado por acá, eso nunca se había presentado. Los mataron. Los que hicieron eso son personas bravas”, anotó, José Luis Yepes, otro residente en el sector.

Otros tres casos

En septiembre de 2017 la abogada y prestamista Yudis Yadira Olivella Daza, 56 años, fue asesinada en su propia habitación, en el barrio El Concord, en Malambo. Por el homicidio fueron capturados y judicializados los venezolanos Estefani Luciana Barreto Guevara, su novio Luis Enrique Orozco, y un hermano Luis, quien resulto ser menor de edad.

Los venezolanos confesaron que planeaban robarle dinero y prendas a Yudis, y terminaron matándola a golpes y puñaladas. La abogada les había dado posada y empleo en un pequeño Sai que administraba cerca de su casa.

En abril del año pasado los vecinos de la calle 100 con carrera 13B del barrio La Paz se alertaron tras notar la ausencia de Lourdes María Paba Molina, 61 años, propietaria de una tienda de abarrotes del sector. Tras violentar la puerta descubrieron que Lourdes María había sido degollada en su habitación.

Del homicidio se señaló a dos venezolanos a quien la tendera les abrió las puertas de su casa y les dio empleo. Al par de meses los asesinos fueron capturados en Maracaibo (Venezuela) mientras robaban cables para comprar droga. Se les identificó como Jeremy Enrique Bracho Ferrer, de 19 años; y un adolescente de 17 años.

El pasado 8 de enero Carmen de Jesús Riccioli Castro, 58 años, fue asesinada a cuchilladas y golpes de martillo en la cabeza, al parecer por un venezolano a quien le dio alojamiento y empleo. Por este homicidio hasta la fecha no hay capturados.

Reportar a la Policía

El general Mariano Botero Coy hizo un llamado a la ciudadanía a no caer en la xenofobia y la discriminación por los asesinatos que han sido cometidos por venezolanos.

El oficial hizo un llamado a la ciudadanía para que contacten a la Policía y se reporte cuando se decide darle empleo y/o acogida a un venezolano.

“Una llamada pidiendo una verificación de antecedentes puede ser la diferencia entre la vida y la muerte, entre la seguridad y ser víctima de un delito. Dejemos el miedo y apoyémonos en nuestra Policía. Me duele lo que pasó acá, como responsable de velar por la vida y bienes de los ciudadanos me duele, no podemos seguir perdiendo vidas de manera tan infame”, puntualizó el General Botero Coy.

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