¿Qué Pasa?

Su novio la apuñaló ocho veces porque él creía que ella tenía una aventura

El hecho ocurrió a las 3:20 p.m. del domingo, en la carrera 1F No. 78-54, barrio Santo Domingo.

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De ocho puñaladas propinadas por su pareja sentimental fue asesinada una venezolana de 17 años. El hecho ocurrió a las 3:20 p.m. del domingo pasado, en la carrera 1F No. 78-54, barrio Santo Domingo.

A la víctima la identificaron como Yu­limar Hidalgo Velásquez. El feminicida responde al nombre de Francisco Qui­ñones Julio, de 19 años, nacido en Ve­nezuela, pero de padres colombianos.

Según los familiares de Quiñones, los jóvenes venían con problemas en la re­lación, tanto así que un día antes del cri­men, a eso de las 6:30 de la mañana, se enfrentaron a golpes tras discutir.

“Él sospechaba que ella tenía a otra persona y le recomendé que mejor la devolviera a Venezuela, que no llegara al extremo de hacerle daño”, apuntó In­grid Del Toro, tía de Francisco.

Pero el vínculo afectivo que unía a los padres de una niña de 2 años estaba ro­to y una nueva pelea se gestó el domin­go. “Ella llegó de la calle y él la estaba esperando. Como teníamos música a todo volumen nadie se dio cuenta de lo que ocurría en el cuarto de ellos hasta que Yulimar caminó malherida a la puer­ta del patio y se desplomó”, manifestó Angie Del Toro, amiga de la fallecida.

Francisco agarró un cuchillo con el que acababa de pelar una naranja y luego apuñaló a Yulimar en el tórax (4), espal­da (2) y brazo derecho (2). Tras cometer el crimen, salió corriendo de la vivienda.

“Los vecinos se enteraron de lo sucedi­do y lo retuvieron en la casa de un tío que vive en el barrio. Por poco lo linchan, la Policía se tuvo que meter e inclusive hi­rieron a uno de ellos, continuó Ingrid.

La Policía capturó a Francisco por el delito de feminicidio. Yulimar murió en el Hospital General Barranquilla antes de ser atendida.

Ingrid resaltó que Francisco, vende­dor de aguacates, reunió 50 mil pesos para que Yulimar, apoyada en unos bo­lívares que tenía ahorrados, se devol­viera a Caracas, de donde hace cuatro meses vinieron procedentes.

“Ella quería irse. Decía todo el tiem­po que como fuera conseguiría el dinero para devolverse a Venezuela”, agregó la tía de Francisco.

Angie Del Toro, gran amiga de Yuli­mar, complementó que si bien tenían problemas en la relación, nunca supo que la hoy occisa tuviera un amante. “Y si lo tenía, sabía hacer las cosas”, precisó. Francisco trabajaba como mo­totaxista en Caracas. Debido a la crisis venezolana se vino a Barranquilla, pe­ro al parecer la lejanía de su pareja con respecto a los familiares afectó la con­vivencia.