¿Qué Pasa?

Partos de venezolanas disparan natalidad en Valledupar

Cientos de mujeres embarazadas cruzan la frontera.

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Más de 2.000 kilómetros recorrió Neurimar Andreína Corzo, con ocho semanas de embarazo, desde Valencia, en el estado de Carabobo, Venezuela, hasta Valledupar; algo así como ir y volver tres veces de esta ciudad a Barranquilla.

La falta de ginecólogos, medicamentos y garantías por la crisis en su país obligó a la mujer a hacer la travesía para tener a su bebé en mejores condiciones. Confiesa que cuando comenzó su gestación no dudó en buscar una mejor opción para tener el parto. Fue así como inició el viaje hacia territorio colombiano, atravesó la frontera por Cúcuta y de ahí llegó a Bogotá, pero la capital superó sus capacidades económicas.

“Es muy costosa, y uno como migrante apenas llega con los pasajes”, precisa Neurimar, quien entonces se trasladó a Valledupar, radicándose en el barrio El Carmen, donde vive junto a cuatro familiares.

Han pasado 6 meses desde que llegó a Colombia y ya le faltan menos de tres semanas para tener una niña, la tercera de sus tres hijos. Cuando pisó tierras colombianas no dudó en ponerse en control prenatal para vigilar su embarazo, igual que los anteriores, cuando en Venezuela no padecían de escasez de medicamentos y de acceso al sistema salud.

“En Bogotá me brindaron toda la atención médica al inicio del embarazo porque llegué sin nada, luego al llegar a Valledupar ha pasado lo mismo, el control lo tengo en el hospitalito del barrio El Carmen, ahí me han hecho todo los exámenes necesarios o de lo contrario me envían al Rosario Pumarejo de López, me hicieron el eco básico como en todas partes, y la bebé está bien, ha sido un embarazo tranquilo; mis tres barrigas han sido así y por parto normal”, contó.

Esta mujer de 29 años relató que actualmente en Venezuela no hay ni siquiera ácido fólico, sulfato ferroso, ni calcio para las mujeres embarazadas; si llegan a conseguir estos medicamentos es apenas un peldaño de una escalera sin fin. Luego tienen que pensar en comprar los insumos para el momento del parto. Todo lo que el médico necesite desde una bata quirúrgica hasta la anestesia, cuando creen que ya lo han conseguido todo se encuentran con otro obstáculo. No hay médicos ginecobstetras, la mayoría han renunciado y abandonado el país.

“No hay ningún tipo de garantías en estos momentos, por tanto lo mejor es tener a la niña acá, allá tampoco hay como conseguir una fórmula, la cosa está dura; si los bebés nacen enfermos tampoco hay medicinas”, precisa.

De acuerdo con Rosa Ángela Gudiño, médico-pediatra venezolana, actualmente las vacunas en ese país valen ‘oro’.

“Las anti-neumococo anti-meningococo y anti-varicela por consultas privadas el costo oscila entre $U30 y $U60; además de esto, el fuerte problema en la salud es la falta de personal e insumos médicos en las maternidades centrales y centros hospitalarios”.

AL MES NACEN 9 NIÑOS DE MADRES VENEZOLANAS

Neurimar es apenas una de las decenas de mujeres que llegan embarazadas desde Venezuela a esta capital para tener a sus hijos, lo que ha disparado la natalidad en la ciudad. La llegada masiva de venezolanos a Valledupar se ha incrementado desde 2016, año en que la crisis del vecino país se agudizó por la falta de medicamentos y de comida.

Esto ha sido evidente en el hospital Rosario Pumarejo de López principal centro médico del Cesar donde los atienden. En cifras entregadas por la coordinación de maternidad de este centro asistencial, el 20.5% de los partos que se atienden son de madres venezolanas que llegan a Valledupar a dar a luz, o ya están radicadas en la ciudad.

“De enero a abril han nacido por partos vaginales 79 niños, y 110 por cesáreas en total 189, es decir, 47 niños por mes; de estos 9 son de madres venezolanas. "Hay que decir que llegan sin nada para el momento del nacimiento; sin pañales ni ropa para el bebé, es un tema totalmente humanitario porque además muchas de estas mamás no traen el peso adecuado, algunas con desnutrición y así nace también el niño; cuando se van, los menores lo hacen con todas las vacunas que un recién nacido requiere para que luego puedan continuar con el control de crecimiento y desarrollo”, destacó la coordinación.

Otra de las situaciones que se está presentando actualmente es que el 70% de los niños en pediatría son venezolanos. “Son pacientes que llegan sin ningún tipo de carnet de vacunas y la mayoría con problemas de desnutrición. En estos momentos tenemos 11 niños en pediatría por desnutrición y 6 de estos son venezolanos”, añadió la dependencia.

Asimismo han atendido en lo corrido de este año 239 niños de 0 a cinco años, y entre 6 a 17 años, 127 menores todos de procedencia venezolana con distintas patologías en pediatría. La Oficina de Control y Vigilancia de la Secretaria de Salud Departamental indicó que la atención de venezolanos en el Rosario Pumarejo de López está incrementada día a día, principalmente en mujeres embarazadas, seguidos de pacientes con cáncer y por último lesionados en accidente de tránsito y heridos en hechos delictivos en los que están inmersos.

“Esta situación ha llevado que la Secretaria de Salud le deba más de 10 mil millones de pesos al Rosario Pumarejo, cifra que empezó a incrementarse desde hace dos años cuando la crisis en Venezuela empeoró; pero el Gobierno solo autoriza el pago de urgencias pero ellos necesitan de todos los servicios y no se le puede negar, por eso el Secretario y el Gobernador están haciendo gestiones ante el Ministerio de Salud para ver cómo vamos a cancelarle al Rosario. Es un tema que se está volviendo humanitario porque cuando necesitan una mayor complejidad las clínicas privadas no los quieren recibir y no existe una ley que los obligue hacerlo; la mayoría de estas personas son procedentes del estado Zulia”, explicó la entidad.

Por otro lado, si bien estos niños gozan de atención médica, con lo que no cuentan una vez las mujeres los dan a luz, es con la nacionalidad colombiana, pese a haber nacidos en este país. Migración Colombia indicó que estos niños de padres venezolanos son igualmente venezolanos, ya que sus progenitores están de manera ilegal en este territorio y la única forma en que puedan tener el registro civil es que los padres tengan visa temporal o residencia.

“Cuando nacen el hospital da un certificado de nacido vivo en Colombia pero tienen que registrarlo en Venezuela o en el Consulado venezolano, si ese padre está en legalidad el niño también la gozará; con este documento Migración le da un salvo conducto y con estos documentos pueden ir al Consulado de su país y registrar al menor para que le den la nacionalidad que le corresponda”, indicó el organismo.

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