Polémica por tarifa de carrera mínima de taxis

Luego de que la junta del Área Metropolitana de Barranquilla (AMB) autorizara el valor de la carrera mínima del servicio de taxi en $6.100, usuarios, gremios y taxistas se pronunciaron al respecto, unos a favor y otros en contra.

Para algunos clientes habituales resulta “absurdo” el hecho de que la carrera —para una distancia mínima de 3.5 kilómetros— se haya fijado en ese precio, pues aseguran que es “elevada”, pero aclaran que desde hace años taxistas cobran esa tarifa o una superior a la establecida.

“En otras ciudades como Bogotá o Medellín la carrera mínima cuesta alrededor de $4.400 y $5.600, respectivamente. ¿Cómo es posible que aquí en Barranquilla —una ciudad más pequeña— cueste $6.100?”, cuestiona Carlos Padilla, quien dice ser un cliente frecuente del transporte público individual.

Así mismo, Laura Estrada dice que las aplicaciones de transporte existentes (Apps) como InDriver, Beat o Cabify suelen ser mucho más económicas y mejores opciones para los usuarios.

“Imagínate pedir un taxi desde la Plaza de la Paz hasta la CUC y que te cueste $6.100. En verdad es un costo muy alto, considero que deberían replantearlo o los usuarios seguiremos prefiriendo las Apps que brindan un servicio excelente y con tarifas desde $5.000”.

Sin embargo, el presidente del Consejo Nacional de Transporte en Taxis de Barranquilla (Conaltaxis), Álvaro Forero, sostiene que el valor está ajustado a la realidad y es acorde al sistema inteligente que se quiere implementar. “Este año que finalizó se estaba cobrando aproximadamente esa tarifa por una carrera mínima”.

Comentario que reafirma el conductor de taxi Jorge Quintero. “La carrera mínima se viene cobrando así desde hace rato. Es más, son $6.000 lo que pedimos. Lo que hicieron ahora fue oficializarla”.

Otros usuarios también aprueban el costo establecido, pero ven con temor el hecho de que haya empezado a regir sin que esté en funcionamiento el taxímetro, y más aún con la llegada de una de las festividades más importantes de la ciudad, el Carnaval.

“Ahora que se viene febrero aprovecharán para cobrar más de la cuenta y probablemente esa tarifa ni se tenga en cuenta. Lo urgente, necesario y que se está esperando desde hace varios años en Barranquilla es el taxímetro”, agrega Marcos Benítez.

El presidente de Conaltaxis manifiesta que lo ideal hubiera sido tener todo al mismo tiempo; no obstante, los estudios están avanzados y se prevé que para el 7 de abril esté en marcha el nuevo sistema.

Por su parte, Jorge Guerrero, presidente del sindicato de conductores de taxis del área metropolitana de Barranquilla (Sinchotaxis), solicita al AMB velar por el proceso de implementación de la herramienta tecnológica de medición y control de la tarifa, debido a que “si no contamos con ello, los taxistas continuarán cobrando a su libre albedrío, por eso las principales ciudades de Colombia hacen uso del taxímetro”.

Finalmente, Guerrero hace un llamado a la ciudadanía a respaldar los procesos de modernización del transporte público individual tipo taxi (TPI).

“Hay que acabar con la negociación en las calles porque ahí vienen las discusiones. Ese regateo lo que hace es aumentar los trancones en la ciudad. Debemos acoger y abrazar todos estos esfuerzos que nos llevan a brindar un mejor servicio”.

Sistema inteligente

El director del Área Metropolitana de Barranquilla, Libardo García Guerrero, sostuvo que el estudio adelantado por la Empresa de Desarrollo del Caribe Puerta de Oro proyecta la modernización del servicio a los usuarios en materia de seguridad y operatividad con la posibilidad de contener funcionalidades como el monitoreo de flota, video vigilancia, botón de pánico, documentación en regla de conductores en tiempo real y mejoras en frecuencias.

Agregó, que a partir de la expedición del acuerdo el AMB tiene 3 meses para la definición del esquema de implementación del sistema inteligente de taxis que contiene el taxímetro, herramienta tecnológica que contribuirá en forma definitiva a la medición y control de la tarifa por el servicio que se presta a los usuarios del transporte público individual.