¿Qué Pasa?

Robaron 40 tablets, cuatro TV y mataron tres perros

Asalto millonario en colegio de Malambo.

Compartir en:
Por:

Le ‘madrugaron’ al colegio La Aguada, y no fueron precisamente sus alumnos; sino seis delincuentes que aprovecharon la complicidad de la noche para cometer un hurto millonario que dejó diezmado el material tecnológico que complementa el programa académico de los 460 estudiantes matriculados en este plantel educativo del municipio de Malambo.

A las 11 p.m. del pasado martes un grupo de ladrones violó la frágil seguridad de la I.E. La Aguada, situada en el corregimiento malambero que le da el nombre a la institución. Los asaltantes amordazaron a los dos vigilantes del lugar, y en cinco horas sustrajeron 70 tablets, cuatro televisores inteligentes de 40 pulgadas, una torre de sonido, un videobeam, además de una impresora e implementos de laboratorio.

“Es la primera vez que sucede un robo de esta magnitud. Antes, en muchísimos años, solo se había perdido un televisor pequeño”, comentó Pablo Emilio Bilbao Ahumada, quien hace 14 años oficia como rector de la I.E. La Aguada.

Aunque Bilbao Ahumada no confirmó la cuantía del robo, trascendió que el material hurtado supera los 20 millones de pesos. El colegio asaltado está situado en La Aguada, vecino de otro corregimiento malambero como es Caracolí. En este sector son pocos los problemas de inseguridad, razón por la cual, quizá, esta institución solo tenía dos vigilantes en el turno de la noche, ambos sin armas de fuego.

“Nosotros estábamos sentados en el patio del colegio mirando hacia los salones, cuando de la nada me veo encañonado por uno de los asaltantes; eran seis”, expresó Marcial Barraza Barrionuevo, celador de la I.E. La Aguada. Los ladrones ingresaron al colegio luego de volarse una de las paredillas traseras del lugar, la cual no tiene más de dos metros de alto y está cercada con dos líneas de alambre púa, además con una reja instalada que seguramente sirvió de escalera para los bandidos.

“Nos gritaban que si nos haríamos matar, entonces nos quedamos quietos todo el tiempo; nos pusieron tanques en la cabeza para impedirnos ver sus rostros. Abrieron las puertas de salones y oficinas para robar la mayor cantidad de equipos, como a las 4 de la madrugada se marcharon con lo robado”, continuó Barraza, que tomó turno a las 6 p.m. del martes, con salida fijada a las 6 a.m. del miércoles.

“Las tablets las sacaron del salón de tecnología. Entraron por una teja, porque no pudieron hacerlo por la puerta”, añadió el rector. Antes de marcharse los seis bandidos dejaron una estela de horror a su paso, puesto que envenenaron a tres perros: dos pertenecientes a fincas contiguas al colegio y uno del plantel.

“Uno de los bandidos llamó al perro – como si lo conociera, porque de repente dejó de ladrar-. Cuando pudimos soltarnos vemos que Scott estaba muerto”, siguió Barraza. La misma suerte de Scott la tuvieron otros dos caninos. Al parecer, envenenarlos era una forma, según los bandidos, para evitar ser perseguidos o incomodados por los perros.