¿Qué Pasa?

Se dejó robar, esperó a que el presunto atracador diera la espalda y le dio de baja

El presunto ladrón tenía prisión domiciliaria por hurto con arma de fogueo.

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Hasta este sábado en Valledupar iban 51 muertes violentas en el 2016, la más reciente ocurrió en la carrera 21 con calle 16 del barrio Dangond, a las 2:30 p.m. de este sábado, donde un hombre fue asesinado de un disparo en la cabeza.

Según la información que entregó la Policía, la víctima fue Deiver Alfonso Escorcia Mora, de 25 años, quien presuntamente era un delincuente que momentos antes de su muerte habría atracado varias personas que se encontraban departiendo en la terraza de una vivienda, escena del crimen.

El disparo lo hizo un hombre que habría esperado a que el presunto delincuente diera la espalada, luego de robarlos, para dispararle. Trascendió que, momentos antes, Deiver supuestamente había amenazado a sus víctimas con un arma de fogueo para que le entregaran las pertenencias. Dicha arma fue hallada en el lugar y quedó en cadena de custodia.

El presunto delincuente se movilizaba en una motocicleta AKT, de color azul y de placa DJH-32D, pero no iba solo, al parecer estaba acompañado de otro hombre que logró salir del lugar ileso en otra motocicleta.

Al recibir el disparo en la cabeza, Deiver Alfonso se desplomó en medio de la calle, al parecer con signos vitales, pero murió antes que una ambulancia llegara a socorrerlo.

Deiver Alfonso Escorcia Mora tenía anotaciones judiciales.

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Este hombre residía en el barrio Villa Corelca, en cercanías al Dangond, en ese lugar tenía prisión domiciliaria desde el mes de enero, cuando fue capturado por la Sijín por el delito de hurto también con un arma de fogueo. Se presume que sería la que utilizó en este último hecho del que es sospechoso y en el que perdió la vida. Las autoridades también revelaron que tenía anotaciones por violencia intrafamiliar.

La persona que le disparó luego del hecho se entregó en el Comando de la Policía, alegó que era vigilante de una empresa de seguridad y por tal estaba armando.

A la escena del crimen llegaron los familiares de Escorcia Mora, algunos de estos se mostraron calmados mientras que otros daban gritos de dolor y angustia. Su madre, Luz Marina Mora, dijo que antes del hecho había estado orando por su hijo, “hoy le entregué mi hijo a Dios, su fotografía la metí en la Biblia para que Dios lo protegiera, Dios mío dame fuerza”, gritaba la mujer en medio del llanto.

Los que no se hicieron esperar fueron los espectadores, algunos manifestaron conocer a Deiver, dijeron que tenía una venta de salchipapas en su casa y que era padre de dos hijos.

El comandante operativo de la Policía en el Cesar, coronel Mauricio Bonilla, dijo que de las 51 muertes por homicidios en este año, 19 han sido por intolerancia, 7 por problemas personales, 3 por problemas familiares, 2 pasionales, 2 por venganza, 1 por procedimiento de la Policía y 16 por ajustes de cuentas y hurto. “Las causas de este homicidio aún están por establecer”, indicó el oficial.

Entre tanto, la investigación quedó en manos del grupo de criminalística de la Sijín.