¿Qué Pasa?

Torturada y asesinada en su propia casa: el trágico final de Luz Marina

El hecho ocurrió este domingo a las 5:30 de la mañana.

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El cuerpo de Luz Marina Arregocés Ortega, de 66 años, fue encontrado en la sala de la que fue su casa, con las manos y pies atados y con una sábana alrededor del cuello con la que probablemente la estrangularon.

A las cinco y media de la mañana de este domingo los vecinos de Luz Marina, en el barrio Paraíso de Fonseca (Guajira), notaron que algo extraño estaba pasando en su casa, pues no era costumbre que ella dejara la puerta de su casa abierta.

Los más acuciosos se fueron al sitio y empezaron a llamarla por su nombre. Al observar que no había respuesta, entonces decididos penetraron a la casa donde encontraron una escena aterradora: la mujer estaba bocabajo, tenía manos y pies atados por delante de su cuerpo y en el cuello le habían enrollado una sábana. No había dudas de que la torturaron.

La adulta mayor, pese a tener tres hijos vivía sola. Ellos ya han hecho sus hogares y viven fuera de Fonseca. Por no estar acompañada, seguramente fue presa más fácil de los criminales.

Los vecinos sostienen que era una mujer trabajadora y sin problemas diferentes a los comunes de todo ciudadano y por eso presumen que su crimen tuvo como móvil el hurto en su casa.

Uno de los miembros de la Policía Judicial dijo que la alcoba de la mujer estaba revuelta. Los clósets abiertos y los elementos de su interior desordenados, lo que hace presumir que estaban bus cando algo.

Sostuvo que hay una hipótesis en el sentido de que la mujer se pudo resistir a entregarle información del sitio donde guardaba algún dinero o joyas y por eso la amarraron y le pusieron la sábana en el cuello hasta estrangularla al no recibir información.

Luz Marina Arregocés siempre estuvo trabajando y quizás por eso cuando ya sus hijos no estaban con ella, decidió habilitar parte de su casa como motel. Algunas habitaciones eran alquiladas a las parejas y se cree que las personas llegaron argumentando el alquiler de una habitación, pues se encontraron los candados abiertos y el rollo de llaves a un lado del cadáver.

También quedó claro que la mujer fue abordada por el criminal o los criminales, cuando aún estaba en su alcoba. Luego la llevaron hasta la sala de la casa donde finalmente le quitaron la vida.

La muerte de la mujer ha causado profundo dolor entre los habitantes de Fonseca, sobre todo, los de mayor edad que la conocieron en sus años mozos como una mujer muy alegre, pero también de gran empeño y responsabilidad.