Jainer Enrique Mindiola Argote, de 46 años y conocido entre los habitantes del corregimiento Corral de Piedra, municipio de San Juan del Cesar, como Casi, fue asesinado de un tiro de escopeta por un hombre con el que minutos antes había sostenido una agria discusión que inició con insultos y terminó a golpes.
Los hechos se produjeron a las 11:40 de la noche de este domingo en un establecimiento público en el que había coincidido el ahora occiso Mindiola Argote y su victimario, un militar en retiro de quien dijeron en el pueblo responde al nombre de Juan Cuello, pero lo conocen como Juancho.
Lo que pudieron establecer las autoridades es que esa no era la primera confrontación entre Mindiola y Cuello, pocos días atrás habían estado discutiendo por la pérdida de un semoviente y según los datos, Juancho, quien tenía discapacidad en una de sus piernas que dificultaba su movilidad, fue golpeado fuertemente en esa oportunidad.
De alias Casi, se dijo que tenía varias anotaciones en los registros de las autoridades de Policía y las judiciales por diferentes hechos al margen de la ley.
Nadie daba información del acusado
Hasta el día de ayer en la tarde, en el pueblo Corral de Piedra y sus alrededores no se había tenido noticia del hombre que disparó contra su vecino de pueblo luego de la discusión de la noche del domingo. Las autoridades dijeron que no tenía información sobre este ciudadano y tampoco se conoció que ya estuvieran siendo solicitado por la Fiscalía.
Un hombre que ganó la solidaridad de todos, Juan Cuello, el hombre a quien acusan ahora de haber disparado contra el ciudadano asesinado, no es un desconocido en Corral de Piedra, ni el resto del municipio de San Juan del Cesar.
Este ciudadano el 16 de mayo de 2011 se hizo tristemente célebre por ser el único sobreviviente de su familia. Cuando un gas generado por una planta de gasolina que encendió dentro de la casa terminó intoxicando y acabando con la vida de su mujer de 30 años de edad, y sus tres hijos de trece, nueve y tres años.
En esa ocasión se comentó que este hombre marcado por el sino de la tragedia había prendido la planta para que sus hijos y mujer vieran televisión en las afueras del pueblo, pero el monóxido de carbono generado, los intoxicó y acabó con sus vidas.
Solo él que estaba en la casa de un vecino pudo salvarse. Ahora, la vida le vuelve a jugar otra mala pasada, pues debe responder ante la justicia por un crimen