¿Qué Pasa?

VIDEO | Los mataron y los enterraron en su lugar favorito para fumar droga

Estaban en una fosa de dos metros de profundidad. A uno le cortaron una pierna para que entrara en el hueco.

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Un lío de drogas sería el móvil del cruel asesinato de Iliie Delgado Vidales, de 19 años, apodado el ‘Panameño’; y Jean Manuel Maldonado Paredes, de 24 años, apodado el ‘Veneco’, quien en realidad era hijo de un barranquillero y una venezolana.

Estos jóvenes serían, de acuerdo con fuentes judiciales, los cadáveres que encontraron enterrados en un pequeño cerro que resguarda el sector de invasión conocido como Villa Rosario, situado en la calle 80 con carrera 35C, barrio Las Mercedes. El hallazgo de los cuerpos ocurrió a las 9:00 de la mañana de ayer, después de una hora de excavaciones por parte de personal de la Fiscalía.

AL DÍA conoció que a Iliie lo apuñalaron y le habrían cortado una pierna para poder meterlo en el hueco de dos metros de profundidad. La extremidad fue encontrada sepultada al lado de la fosa principal. A Jean también lo apuñalaron, pero no mutilaron. Los cuerpos estaban uno encima del otro.

Cerca de los cadáveres los investigadores hallaron dos camisetas ensangrentadas, un reloj de hombre de plástico, de color negro, y una cédula de ciudadanía a nombre de Jean Manuel Maldonado Paredes.

ZONA DE VICIO

¿Por qué tanto sadismo? es la pregunta que se hace todo el mundo. En Villa Rosario corren tres rumores que intentan explicar por qué mataron a estos jóvenes con tanta saña. De entrada hay que decir que la zona esta referenciada entre las autoridades como una ‘olla’ donde expenden y consumen droga. Villa del Rosario es una invasión que nació y creció hace ocho años, tras la canalización del arroyo el ‘Salao’.

A lado y lado del canal se levantan casas de tabla. El ambiente es tenso y la sensación para el visitante primerizo es de peligro permanente. La forma más fácil de llegar es seguir el camino de la canalización. Por ser un lugar aislado el sitio es ideal para que jóvenes provenientes de los barrios aledaños (Las Mercedes, El Silencio, Me Quejo, Cuidad Jardín, Las Estrellas, La Manga, etc.) compren y consuman droga con relativa tranquilidad, entre el monte, lejos de la mirada de la Policía.

Esa era una de las rutinas de Iliie y Jean, dejaban celulares y cosas de valor al cuidado de amigos que viven o trabajan en inmediaciones del parque Las Mercedes, y entraban a Villa Rosario por el camino de la canalización. Dicen que el sitio donde los encontraron sepultados era su lugar favorito para fumar la marihuana que compraban en alguna de las casas de tablas del sector.

De hecho este martes 28 de agosto Jean subió su última foto a Instagram en ese lugar. La imagen lo muestra en el monte donde lo habrían asesinado y enterrado acompañado por su amigo Iliie, quien está descamisado, sentado sobre una piedra y sostiene entre los dedos de su mano izquierda lo que sería un joint (cigarrillo de marihuana) “Kbron si quieres unos trabajos paga..(sic)”, dice el texto que acompaña a la foto que tiene 24 likes.

A ciencia cierta no se sabe por qué (unos dicen que fue por un robo, otros por robos y violaciones a mujeres, otros porque estaban atracando a los ‘clientes’ que llegaban a consumir y dañaban la plaza), lo cierto es que hace dos semanas uno de los ‘jíbaros’ más poderosos de la invasión les prohibió la entrada a los venezolanos. Al parecer Iliie y Jean incumplieron con ese mandato y los mataron de una forma cruel para demostrar que la cosa no era jugando.

Otra versión señala que los dos jóvenes entraban al Villa Rosario compraban droga, consumían y revendían lo que les quedaba en otros parques, como el del Sagrado Corazón. Parece que eso no le gustó a los ‘jibaros’ de la invasión y los mandaron a asesinar. Y otra hipótesis señala que los habrían matado en retaliación al asesinato de alias Carlitos, primo de uno de los ‘jibaros’ que domina el sector.

‘MI NIETO SALIÓ CON PLATA’

Lourdes Marina Ruiz, abuela de Iliie, reconoció que su nieto era consumidor de droga. Afirmó que él trabajaba y el último día que lo vio fue el martes 28 de agosto en la tarde, cuando salió de su casa en el barrio Ciudad Jardín, con su amigo Jean, “el venezolano”, quien llegó a buscarlo. “Mi nieto iba con plata porque ese día le habían pagado los días que había trabajado en el proyecto ‘Barranquilla sin arroyos’. La mamá también le había mandado dinero desde Panamá”, expresó la mujer en Medicina Legal, a donde llegó en busca de información sobre su nieto. Lo último que la abuela sabe de su nieto es que se motiló en una barbería que esta antes de entrar al arroyo, y dejó su celular para que se lo cuidaran mientras entraba a la invasión.

Al otro día de la desaparición, el miércoles, alguien de la invasión llamó a Lourdes y le dijo que su nieto y al amigo habían entrado a consumir droga, pero no habían salido. Esta persona le advirtió que se preocupara porque corría el rumor de que los ‘jíbaros’ habían asesinado a dos jóvenes, pero a ciencia cierta no sabía a quiénes.

“Fui hasta la invasión, y como la gente me vio desesperada, gritando el nombre de mi nieto, me dijeron que al parecer sí habían matado a dos muchachos, pero que eso había sido el domingo, eso me tranquilizó un poco, pero luego volvió la angustia porque mi nieto no aparecía”, apuntó la mujer quien ayer en la tarde todavía guardaba la esperanza de que su nieto estuviera vivo. De Iliie se sabe que es huérfano de padre y durante algunos años vivió con su mamá en Panamá, por eso lo apodaban el ‘Panameño’. Actualmente residía con su abuela en Ciudad Jardín, y prácticamente se le había salido de las manos. “El pasaba metido ahí (la invasión), desafortunadamente ellos crecen se vuelven adultos y hacen lo que quieren”, se lamentó la mujer.

EL ‘VENEZOLANO’ ERA RAPERO

Familiares de Jean manifestaron que hace tres meses él había llegado a Barranquilla después de vivir durante la mayor parte de su vida en Maracaibo con su mamá. Reconocieron que el joven tenía problemas con las drogas y se dedicaba a interpretar rap. Uno de los sitios que frecuentaba era el parque Sagrado Corazón, donde se habría conocido con Iliie.

Actualmente Jean vivía con su papá cerca del parque de Las Mercedes, y andaba buscando trabajo. A pesar de tener un marcado acento venezolano, no era natural del vecino país, había nacido en Colombia y tenía nacionalidad colombiana, por eso las autoridades encontraron su cédula en el lugar donde lo mataron y lo sepultaron.

En su Instagram Juan tiene varios videos de improvisaciones cantando rap. Según sus allegados no era una persona de problemas, ni le gustaban los líos. “Su mamá viene viajando de Venezuela”, manifestó un hombre que llegó a la invasión y quien se presentó como el papá de Jean. Ahogado en llanto el señor no atinó ni a decir su nombre, solo los datos ya referidos anteriormente y se marchó llorando cuando los del CTI le mostraron las fotos del cuerpo.

TATUAJES: LA CLAVE

El levantamiento de los cuerpos empezó a las 9:00 de la mañana de ayer y terminó a las 4:00 de la tarde. La demora fue producto de la dificultad del terreno donde los enterraron. Los asesinos mezclaron varillas en la tierra que usaron para tapar los huecos y les echaron cal para camuflar el olor a putrefacción.

El hueco lo hicieron en forma de cono. Todo eso sirvió para demorar aún más el levantamiento. El hallazgo de los cadáveres fue posible en gran parte por la insistencia de Lourdes, la abuela de Iliie, quien les comunicó a los agentes de Policía de la Estación El Silencio los rumores que corrían en la invasión. Posteriormente los uniformados recibieron la misma información de soplones anónimos, quienes confirmaban los dos asesinatos y señalaban que las víctimas habían sido enterradas en el cerro.

El viernes en la noche el CTI realizó una inspección en Villa Rosario y los agentes notaron olores nauseabundos, pero no pudieron excavar por falta de luz, por ende regresaron en la mañana de ayer y realizaron el macabro hallazgo.

Los dos cuerpos que sacaron del cerro permanecen en Medicina Legal para su plena identificación, sin embargo las coincidencias entre los tatuajes de los cadáveres con los de Iliie y Jean permiten a los investigadores señalar con un altísimo grado de probabilidad, del 99% según las fuentes consultadas por este diario, que los dos jóvenes son las víctimas encontradas en la invasión.