¿Qué Pasa?

Violencia, marchas y supuestas órdenes de captura tras dimisión de Evo Morales

Por el momento, Bolivia se encuentra sin presidente. La Constitución establece que la sucesión recae primero en el vicepresidente, luego en el titular del Senado y después en el jefe de la Cámara de Diputados, pero todos ellos renunciaron con Morales.

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El presidente de Bolivia, Evo Morales, renunció ayer desde su cuna política en la región central de Cochabamba después de tres semanas de protestas contra su polémica reelección y tras perder el apoyo de las Fuerzas Armadas y la Policía.

“Renuncio a mi cargo de presidente para que (Carlos) Mesa y (Luis Fernando) Camacho no sigan persiguiendo a dirigentes sociales”, dijo Morales a través de la televisión, en referencia a los líderes opositores que convocaron protestas en su contra, desatadas el día siguiente de los comicios del 20 de octubre.

El mandatario boliviano de 60 años enfrentó este domingo una avalancha de renuncias de altos funcionarios, en algunos casos después de que les quemaran sus casas, y la presión decisiva de los militares y la policía, que pidieron su dimisión.

Los resultados de una auditoría de la OEA, que detectó “serias irregularidades” en las elecciones, tachadas de fraudulentas por la oposición, desencadenaron los acontecimientos que llevaron a la renuncia de Morales.

“La comisión de la auditoria de la OEA ha tomado una decisión política", declaró Morales por televisión. "Algunos técnicos de la OEA están al servicio de (...) grupos de poder”, agregó.

Pide pacificar el país

El expresidente boliviano Evo Morales pidió este lunes a los líderes civiles del movimiento que presionó por su renuncia, que él califica de golpe de Estado, a que "asuman su responsabilidad de pacificar el país", donde el domingo se registraron disturbios y saqueos.

"Que asuman su responsabilidad de pacificar al país y garanticen la estabilidad política y convivencia pacífica de nuestro pueblo", escribió Morales en Twitter desde la región cocalera boliviana del Chapare, en el centro del país.

"(El exmandatario Carlos) Mesa y (el líder regional de derechas Luis Fernando) Camacho, discriminadores y conspiradores, pasarán a la historia como racistas y golpistas", añadió.

Morales, que todavía cuenta con mayoría en el Congreso que elegirá a su reemplazante provisorio, aseguró que "el mundo y bolivianos patriotas repudian el golpe", tras recibir presión de militares y policías amotinados para que dimitiera.

Mientras, los ministros de Gobierno (Interior) y Defensa "están en ejercicio, pues todavía no han renunciado", según dijo Gustavo Pedraza, candidato a la vicepresidencia de la fórmula de Mesa en las elecciones anuladas de octubre pasado, a la red de televisión ATB.

Desmanes y disturbios

Disturbios se desataron la noche del domingo en dos importantes ciudades de Bolivia, La Paz y El Alto, tras la dimisión del presidente Evo Morales, con incendios a una flota de buses municipales y a las casas de un líder civil y de una periodista, según denunciaron los afectados.

Decenas de manifestantes "han ingresado a nuestros predios y están incendiando los buses", denunció en Twitter el servicio municipal de La Paz. Según los medios, 15 vehículos estaban en llamas en el patio de mantenimiento.

El líder de un colectivo ciudadano (Conade), Waldo Albarracín, que alentó el pedido de renuncia del mandatario, denunció por su parte que "una turba de masistas" (miembros del MAS, el partido de Morales) habían quemado y destruido su casa.

Albarracín, que también es rector de la universidad estatal de La Paz, colgó en su cuenta Twitter un video de su residencia en llamas.

"No puedo hablar ahora, pero es cierto", respondió la presentadora de Televisión Universitaria, Casimira Lema, cuando el portal Urgente.bo le preguntó por teléfono si su casa había sido atacada e incendiada.

El domicilio del exministro de la Presidencia, Juan Ramón Quintana, también fue allanado por desconocidos que robaron toda su documentación, según dijo él mismo por teléfono a la televisión.

Decenas de personas sembraron también el terror entre los vecinos del barrio acomodado de Achumani, en el sur de La Paz. Allí se encuentra un diario crítico de Morales, que escribió en su portal: "ante la ola de terror que se ha desatado en la ciudad de La Paz, el periódico Página Siete suspende sus labores por seguridad".

También en La Paz, la sede de la embajada de Venezuela en Bolivia fue tomada por "encapuchados", informó la jefa de la legación, Crisbeylee González, citada por la agencia estatal ABI.

"Con dinamita, encapuchados con escudos han tomado la embajada de Venezuela en Bolivia", señaló.

En El Alto, donde se encuentra el aeropuerto que sirve a La Paz, un grupo de personas saqueó una planta avícola, creyendo que era propiedad del líder de las protestas contra Morales, el empresario y abogado Luis Fernando Camacho. Días antes, la empresa Sofía había desmentido que el dirigente de Santa Cruz tuviera acciones en la compañía.

Casi a la medianoche salieron a patrullar las calles de ambas ciudades soldados del Ejército. Los policías, que se amotinaron el viernes contra el presidente Morales, continuaban sin patrullar las calles sin explicación de sus mandos.

Reacciones divididas

Cuba expresó el domingo su "enérgica condena" al "golpe de Estado" en Bolivia y se solidarizó con su aliado de izquierda, el renunciante presidente Evo Morales.

"Nuestra solidaridad con el hermano presidente Evo, protagonista y símbolo de la reivindicación de los pueblos originarios de Nuestra América. Llamamos a la movilización mundial por la vida y la libertad de Evo", dijo en Twitter el canciller cubano, Bruno Rodríguez.

Por su parte la cancillería colombiana expresó su deseo que las instituciones legales y políticas del país a “trabajar de la mano para garantizar un proceso de transición pacífico, en estricto apego a las decisiones constitucionales”.

Otro de los que se pronunció ante el hecho fue el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, quien aseguró que "Los movimientos sociales y políticos del mundo nos declaramos en movilización para exigir la preservación de la vida de los pueblos originarios bolivianos víctimas del racismo"