¿Qué Pasa?

Violó su detención de casa por cárcel y lo mataron de tres balazos

El hecho ocurrió en el municipio de Baranoa.

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Pasaron unos cuantos minutos tras la finalización del primer tiempo del partido de fútbol Tolima-Cali cuando Danilo José Medina Var­gas ingresó baleado a una vivien­da en el barrio Góngora (Baranoa). El joven de 27 años se desplomó y a las 6:25 p.m. de este sábado murió.

La Policía del Atlántico reportó que Danilo condujo una motocicleta Bóxer hasta la calle 17 con carrera 16, donde parqueó para ingresar a un inmueble del sector, justo en ese momento se acerca­ron dos pistoleros en moto y abrieron fue­go. Tres balazos, dos en el pecho y uno en el abdomen, recibió Medina, que como pudo corrió para escapar de sus atacan­te. Malherido se trasladó desde el sitio del atentado hasta una casa situada en la carrera 16B No. 17-16. Sus victimarios huyeron de la escena del crimen.

“El sujeto estaba tirado en la cocina, entró porque dejé abierta la puerta de la sala”, expresó uno de los residentes del lugar, quien prefirió no identificarse.

“Ninguno en mi familia conoce a ese muchacho. Yo estaba viendo el partido del Cali y salí cuando terminó el primer tiempo, después ocurrió la tragedia”, añadió. Danilo cayó en la cocina del in­mueble y luego se desangró hasta morir.

AL DÍA contactó al coronel Fabián Os­pina, subcomandante de la Policía del Atlántico, quién afirmó que el de Medina es el tercer hecho de sangre por sicariato en el Departamento (salvo Barranquilla y Área Metropolitana) en el 2017.

“Estamos investigando qué relación pueden guardar estos homicidios. Al pa­recer tiene que ver con estructuras de­dicadas al microtráfico”, precisó Ospina.

MEDINA PAGABA CASA POR CÁRCEL

El coronel Ospina añadió que Medina llevaba dos meses pagando domiciliaria luego de salir de la cárcel El Bosque. Ha­bía sido capturado por fabricación, tráfi­co y porte de arma de fuego de uso priva­tivo de las Fuerzas Armadas, delito en el que incurrió el 17 de junio de 2015.

No obstante, este medio habló con los familiares del occiso y aseguraron que no tenía problemas con nadie. Danilo, el cuarto entre seis hermanos, residía en el barrio El Pradito, en la carrera 14 con calle 21. Era padre de una niña de 6 años y según sus parientes se dedicaba al mo­totaxismo.

La población en Baranoa se mostró preocupada por panfletos que hace 20 días comenzaron a circular en las calles del municipio. Aseguran temer por ata­ques desmedidos de grupos al margen de la ley interesados en hacer ‘limpieza’.