A este 'Gokú' se le acabó la saga: el perfil delictivo del 'saiyajin' del terror
Juan Camilo Reales Sierra vivía entre las tinieblas, pero su historia terminó luego de que autoridades dieran con su paradero tras varias labores de investigación.
Entre las tinieblas vivía Juan Camilo Reales Sierra, más conocido en el mundo delictivo como 'Gokú', hasta que se conoció el caso del desmembramiento de Ángelo Cerra, una escabrosa historia que aterrorizó a los barranquilleros.
Las autoridades siguieron pista tras pista para dar con el paradero de los responsables de haber descuartizado al hombre, hasta que dieron con Gokú, el 'saiyajin' del terror y del delito.
De Reales Sierra las autoridades lograron determinar que, al parecer, inicialmente se dedicó al hurto a personas bajo el factor de oportunidad, en ocasiones utilizando armas de fuego. Esto habría sido visto por los miembros de ‘Los Rastrojos Costeños’, quienes decidieron incorporarlo.
Posteriormente, debido a las diferentes operaciones policiales que permitieron capturas de algunos delincuentes, ‘Gokú’, presuntamente, ascendió hasta convertirse en uno de los “cachorros” de ‘el Negro Ober’, es decir, por ser de total confianza, atendía solamente sus órdenes.
Reales Sierra estría vinculado con el atentado ocurrido el tres de junio en un establecimiento comercial del barrio Carrizal en el que resultó herida una persona; así como en el lanzamiento de una granada de aturdimiento a una vivienda del barrio La Central, de Soledad, como intimidación para exigir dinero producto de la extorsión a una ‘olla’ de venta de estupefacientes, hechos ocurridos el pasado 25 de junio.
Además, esta persona aparece en varios videos, grabados por miembros de ‘los Rastrojos Costeños’, utilizando armas de fuego, probándolas y afinando puntería en sectores de invasión del municipio de Soledad.
El 'saiyajin' del terror que no pudo escapar
El trabajo de inteligencia y del Gaula de la Policía permitió que se encontraran las primeras pistas sobre la ubicación de este hombre que tenía una orden de captura por homicidio agravado, tortura, secuestro simple, hurto calificado agravado, concierto para delinquir y tráfico de estupefacientes.
Las interceptaciones al número telefónico desde el cual hacían las amenazas al investigador y la geolocalización del celular utilizado, acercó a los investigadores a su objetivo. Fue entonces cuando policías caracterizados como mototaxistas se infiltraron en el barrio, ganándose la confianza de vecinos y de esta forma obteniendo información valiosa.
Alias ‘Gokú’ cayó en la trampa y se le acabó la saga. Él acostumbraba a manejar bajo perfil y utilizaba mototaxis para moverse de un lugar a otro en el mismo barrio, pero su suerte terminó cuando el mototaxista al que le solicitó una carrera resultó ser uno de los investigadores. De esta forma ‘Gokú’, sin saberlo, acercó a la Policía aún más a su escondite.
Luego las autoridades localizaron la vivienda en la que había entrado. Una fuente humana consultada por los investigadores dio algunas características del inmueble y fue así como hallaron la localización exacta del sospechoso.
