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Diputado alemán asume su cargo como mujer transgénero

Markus Ganserer, que ahora se hace llamar Tessa Ganserer, una transgénero, es político de unos 40 años que anunció su cambio hace unas semanas en las redes sociales.

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Markus Ganserer, reelegido como diputado por el partido de los Verdes en el parlamento regional de Baviera, quiere asumir su mandato como Tessa Ganserer, una transgénero, algo inédito en el mundo político alemán.

El lunes, Tessa Ganserer (así se hace llamar) habló ante la prensa sobre su nueva apariencia física, para reclamar entre otras cosas que los trámites para cambiar de sexo en el registro civil sean más simples.

"No hago esto para divertirme" y "no decidí convertirme en mujer, soy una mujer", explicó en Munich.

El político de unos 40 años anunció su cambio hace unas semanas en las redes sociales.

Es la primera vez que una mujer transgénero ocupará una banca en una institución política alemana, más aun habiendo cambiado de identidad durante su mandato, según la prensa.

'Señora diputada'

Sus colegas deberán llamarla "Señora diputada" y será registrada así en el Parlamento tras recibir el apoyo firme de la presidenta de la institución, Ilse Aigner.

"Soy una mujer en todas las fibras de mi cuerpo y ahora también Señora diputada regional". Fue con este mensaje publicado en su cuenta Facebook en los primeros días de enero que Tessa Ganserer anunció que renunciaba a ser Markus Ganserer en el parlamento de Baviera. Poco después de su reelección.

Hace algunas semanas afirmaba que Markus y Tessa se codeaban en su ser pero que ahora sólo quiere ser una mujer política, esposa y madre de dos niños.

En el parlamento de la muy conservadora y católica Baviera, su decisión no pasó desapercibida. Pero la presidenta, Ilse Aigner, de la Unión social cristiana (CSU), partido aliado a los demócratas cristianos de Angela Merkel, le aportó un firme apoyo.

"La señora Ganserer tomó una decisión muy valiente y eminentemente personal", aseguró Ilse Aigner cuyo partido se opuso a las bodas de homosexuales en 2017 y defiende posiciones muy conservadoras sobre los temas sociales.

"Nuestro colega se convierte en una colega, ello no debería ser un problema en esta casa y debe respetarse", insistió en una declaración publicada luego de una reunión con Tessa Ganserer.

Tessa Ganserer cuenta ahora pelearse a favor de un mejor reconocimiento de las personas transgénero.

"En el futuro tendrá que ser posible que el sexo registrado al nacimiento pueda cambiarse en el registro civil a pedido de la persona", dijo el lunes.

En Alemania, la legislación estipula que se necesitan dos análisis psiquiátricos para poder pretender al cambio de nombre en el registro civil.

"La identidad sexual es un derecho humano", defendió en conferencia de prensa.

Para sus documentos de identidad, Tessa Ganserer deberá esperar.

A finales de noviembre obtuvo un certificado médico entregado por un psiquiatra que certifica su transexualidad.

En la primera sesión plenaria del año, el 23 de enero, la responsable ecologista, electa por primera vez en 2013 y reelecta en elecciones regionales en octubre, será registrada como mujer.

Acostumbrarse

La presidenta de la cámara reconoció recientemente que habrá que esperar un tiempo antes de acostumbrarse a ver a Tessa Ganserer sentada en la banca de Markus.

Un responsable del Partido liberal FDP que vio al ecologista con una peluca de cabello rubio y largo y cuidadosamente maquillado dentro del parlamento en Munich exclamó: "¿A qué está jugando? ¿La 'drag queen'?", consignó recientemente el periódico Süddeutsche Zeitung.

Tessa Ganserer, que hasta ahora habló poco, aseguró al diario bávaro que "se descubrió" mujer hace diez años cuando Markus se miró al espejo vestido de mujer.

Durante una década fue hombre, padre, marido, mujer, madre. Pero las dudas se esfumaron al punto que anunció a sus dos hijos de 11 y 6 años: "Ahora siempre seré así".

"Los niños no tienen prejuicios. Si les presentamos el mundo de manera amistosa, lo aceptan tal como es", aseguró precisando que no quiere someterse a una operación de cambio de sexo.

Como un último gesto simbólico, Ganserer llenó bolsos con corbatas, camisas y sacos para dárselos a un amigo.