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La tierna e inocente historia de dos niños que devolverá la fe en la humanidad

Su amistad va más allá de su color de piel.

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La publicación de Lydia Stith Rosebush se ha vuelto viral en las redes sociales y en el mundo entero.

De acuerdo con Verne, la historia comenzó cuando Stith le dijo a su hijo Jax, de 5 años, que él necesitaba un corte de cabello. Este le comentó que quería raparse la cabeza para así parecerse a su mejor amigo Reddy Weldon y jugarle una broma a su profesor.

La idea era llegar al colegio con el mismo corte de cabello para que el docente no pudiera distinguirlos.

A la mamá del pequeño le pareció tan divertida la propuesta que decidió publicarla en Facebook.

Sin embargo,lo gracioso e inocente de esta historia es que Jax es de tez blanca y Reddy de piel oscura. “Si esto no prueba que el odio y el prejuicio es algo que se aprende, no sé qué puede hacerlo. La única diferencia que Jax ve en los dos es su cabello”, informó Stith Rosebush en la red social.

Para su sorpresa la publicación fue compartida más de 88.000 veces y tiene más de 10.000 comentarios. Además, la noticia se popularizó tanto que la cadena de televisión ABC quiso acompañar a los niños a la peluquería.

La madre de Jax también compartió la historia en la página de Facebook Love What Matters, donde recibió más de 3.000 mensajes positivos y con estos, fotografías de niños, niñas y hasta adultos junto a sus mejores amigos.

"Esta es mi hija en el lado izquierdo con su mejor amiga se conocen desde 6to grado y yo no sabía que era de otra raza hasta que la conocí. Me hizo sentir orgullosa saber que mi hija solo vio su corazón y no su color de piel"

Este es mi hijo junto a su mejor amigos. Ellos dicen ser gemelos.

Este es el video de ABC7:

“Estoy muy contenta de saber que las personas aún pueden ver lo que los niños ven”, declaró Lydia Stith para ABC7.

Para estos preescolares la raza no es ningún impedimento para su amistad: “Jackson es yo y yo soy Jackson”, afirma Reddy en el video.

Reddy es procedente de la República del Congo en África central, él y su hermano fueron adoptados por sus padres cuando tenían 2 y 4 años. “A veces perdemos la inocencia de los niños y me gustaría que la recuperáramos”, expresó el padre de Reddy.