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El misterioso caso sin resolver de las muñecas poseídas

Ocurrió en la bodega de juguetes de un antiguo almacén barranquillero.

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En la costa Caribe han ocurrido historias sobrenaturales que son ocultadas porque se dan dentro de una empresa o institución reconocida. La propagación de estos hechos extraños podría crear pánico entre sus clientes, es por eso que los directivos de estas entidades tratan de resguardarlos y convertir en simples rumores estos terroríficos casos.

Tal vez esto fue lo que ocurrió en la década de los 80 dentro de una bodega de juguetes ubicada en la calle 77, donde se generó mucho revuelo y conmoción cuando tres vigilantes en estado de shock manifestaron a las autoridades que les tocó abandonar el almacén que custodiaban al ver varias Barbies poseídas, las cuales según ellos los arrinconaron hasta la bodega y estuvieron a punto de asesinarlos.

Los directivos al enterarse de lo ocurrido ridiculizaron el caso, informando que se trataba de guardias borrachos que alucinaron viendo pelear a dos Barbies por un Ken. Muchos se rieron y olvidaron lo ocurrido; sin embargo existen personas cercanas al caso que sostienen que todo fue real, pero tan macabro que debió ser silenciado. Existe el testimonio de un ingeniero de sistema muy bien pagado que borró los videos de esa noche y codificó otros para los directivos.

La bodega embrujada

Según los testimonios recopilados por el grupo Costa Paranormal todo empezó en una bodega de juguetes conocida como La Mole, un lugar inmenso lleno de muñecos de diferentes marcas. En ese tiempo muchas personas que frecuentaban el antiguo almacén decían que en horas de la noche por las ventanas se observaban las figuras de algunos muñecos caminando.

“El caso de las Barbies en La Mole, fue real. Allí sucedían cosas inexplicables. Este hecho fue tomado como un chiste para desviar lo sucedido”, contó Alejandro Acosta, antiguo cliente del almacén quien aseguró haber visto muñecos del tamaño de una persona y que por las noches también se escuchaban risas, llantos y voces mecánicas. “Un lugar tan grande lleno de muñecas y juguetes era ideal para los demonios”, sostuvo por su parte Abigail Ramírez, una cristiana que vivió cerca de la bodega.

El suceso de las barbies

Dicen que todo empezó la noche del 19 de diciembre, según testimonios de policías y paramédicos que conocieron de cerca el caso. Esa noche la bodega de juguete era custodiada por tres vigilantes, dos encargados de hacer rondas nocturnas por los estantes y otro que monitoreaba las cámaras de seguridad. Dicen que alrededor de las tres de la madrugada los vigilantes empezaron a escuchar ruidos y conversaciones acompañadas de cantos de muñecas. Los dos vigilantes corrieron a la bodega de juguetes y abrieron la puerta mientras el vigilante de la cámara buscaba los comandos de las cámaras donde procedían los sonidos.

Según esta leyenda los celadores se acercaron con sus linternas al pasillo y lo que vieron fue aterrador, según ellos habían Barbies riéndose e invocando al diablo con diferentes nombres, y las demás muñecas reían hablando con voces roncas, lo cual le causó un infarto a uno de los guardias. “Fue aterrador y satánico, yo vi los videos, a mí me pagaron por borrar todo lo ocurrido esa noche y aún no puedo olvidar lo que vivieron esos guardias”, cuenta un ingeniero que prefirió no revelar su nombre, agregando que la bodega era utilizada para realizar actos de magia negra.