Historias

Así se sobrevive tras estar un día con un cuchillo de 25 cms. insertado en el rostro

Hablamos con el joven, con su madre y con los médicos que completaron una cirugía que tiene tintes de hazaña y milagro.

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“En ese momento pensé sinceramente que me iba a morir. No sentía dolor en la cara, sino en el corazón, que me latía muy rápido. Le pedía mucho a Dios para que me cuidara a mi familia y a mi bebé, que está recién nacida”...

Así comenzó su relato

Alberto Palacio Vizcaíno, el joven de 22 años

que el pasado 16 de septiembre permaneció 23 horas con un cuchillo de 25 centímetros incrustado en pleno rostro, a milímetros del ojo izquierdo.

Los médicos que lo atendieron coinciden en que fue un milagro que el objeto filoso no le causara lesiones irreversibles, e incluso, la muerte. El cuchillo, de los que se emplean en las labores domésticas de cocina, le ingresó 8 centímetros por la cavidad orbitaria (que encierra el ojo), y alcanzó a tocar parte del cerebro (base del lóbulo temporal).

Y aunque la fuerza con la que fue incrustado le produjo la ruptura de varios huesos faciales, no alcanzó a rozar ningún nervio óptico, ni a causar daño en el cerebro, ni lesión vascular. Tampoco afectó la movilidad del ojo, confirmaron a AL DÍA los especialistas que atendieron el caso.

El muchacho, protagonista de este brutal episodio que fue tendencia en redes sociales por las dramáticas imágenes, se recupera en una de las camillas del tercer piso de la Clínica La Misericordia Internacional. Fue tal el impacto de su caso, que incluso trascendió a portales de páginas internacionales como uno de los más curiosos de los últimos días.

Alberto Palacio, apasionado juniorista, aseguró a AL DÍA en su lecho de recuperación que se siente tranquilo y en perfectas condiciones físicas después de semejante experiencia.

La cirugía para extraer el cuchillo del rostro del joven duró cuatro horas. Estuvo a cargo de cuatro especialistas: Lucy Mebarak, Alberto Dau Acosta, ambos neurocirujanos; Tatiana Bonett, médico maxilofacial; y José Luis Prestan, médico oftalmólogo.

El momento más complejo de la intervención fue retirar el cuchillo, debido a la fuerza con la que atravesó la fosa media del cráneo. Este proceso se realizó a través de una craneotomía, explicó Dau Acosta.

La hazaña científica fue posible a las 5 de la tarde del sábado 17 de septiembre, es decir, 23 horas después de la agresión. Uno de los riesgos que corrían los profesionales era reventar un vaso sanguíneo que pudiera provocar una hemorragia interna y comprometiera la vida del herido.

La serenidad que mantuvo Alberto Palacio antes, durante y después de la cirugía, ha sido una de las cualidades que le abonan los médicos. “El paciente llegó a la clínica consciente, orientado, cooperando con el examen, definitivamente demasiado tranquilo para como podría estar alguien con un cuchillo en el ojo, añadió el médico Dau Acosta, quien aseguró que en sus 24 años como profesional no había atendido un caso de tal impacto.

Pero recibir este tipo de atención médica especializada no fue tan simple para Alberto Palacio. Primero fue trasladado al Camino Simón Bolívar y luego al Hospital General de Barranquilla, donde afirma, le decían que las posibilidades de que se salvara eran remotas.

Su madre, Silvana Vizcaíno Plata, de 42 años, narró el viacrucis que ella padeció para que a su hijo lo operaran por ser beneficiario del régimen subsidiado de salud.

Sobre el responsable de la agresión

, Alberto Palacio habla sin tapujos y reiteró lo que su primo Darwin Vizcaíno (quién presenció el hecho) le dijo a la Policía y a la Fiscalía.

Me atacó Daniel Del Valle, expareja sentimental de mi hermana de 18 años. Él me agredió el 16 de septiembre a las 6 de la tarde a las afueras de la casa de mi madre en el barrio Villa Éxito, en Soledad”, recalcó Alberto.

Sobre los motivos de la agresión afirmó que Del Valle, de 22 años, tiene una vieja rencilla con su familia porque la hermana de Alberto dejó de convivir con él.

El caso está en proceso de investigación por la Fiscalía. Por ahora Alberto Palacio está a la espera de que le practiquen una segunda cirugía de reconstrucción de los huesos faciales afectados. Agrega que lo que más anhela es recuperarse, para compartir más tiempo con su hija que apenas completa 15 días de nacida. Reside con la madre de la bebé en el barrio La Chinita.

“Yo sí quisiera que después de esto mi hijo dejara de seguir exponiendo su vida en una moto como repartidor de medicamentos, y consiga un trabajo donde esté más oculto; porque pase lo que pase, él sigue con su ‘culebra’”, concluyó la madre del joven, camarera en un hotel del norte de la ciudad.

Otros enlaces para dar contexto a esta historia:

Le incrustan un cuchillo de 25 centímetros en la cara y sobrevive