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El lado oscuro del Carnaval

Espíritus, ocultismo y magia negra también hacen parte de esta fiesta.

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Aunque muchos lo desconocen, la fiesta cultural más colorida de Colombia está llena de leyendas oscuras y connotaciones espirituales que dieron origen a las carnestolendas.

Lo primero que cabe mencionar es que esta celebración surgió en honor al dios Momo, personaje de la mitología griega que es considerado como la personificación del sarcasmo, y al que con frecuencia se le han atribuidos aspectos malignos muy semejantes al Satán judeocristiano. Se le representaba con una máscara que levantaba para que se le viera la cara, y con un muñeco o un cetro acabado en una cabeza grotesca en la mano, símbolo de la locura.

Con la institucionalización del Carnaval de Barranquilla como fiesta organizada, aparecieron los rezos al dios Momo. A la costumbre se le sumó la figura del Rey Momo en 1888, caracterización humana del dios, y que comenzó a ser coronado en los antiguos salones burreros. Este personaje presidía la fiesta y les daba inauguración oficial con la lectura de un bando escrito en tonos burlescos.

En el caso de las fiestas brasileñas el Rey Momo, se escoge más por su peso, excesivamente gordo, que por su disposición a la rumba. En Aruba Momo es un muñeco que se quema al mediodía del martes del Carnaval en una plazoleta.

LA MAGIA DE LOS TAMBORES

En los desfiles del Carnaval se observa una marcada predominación de las raíces africanas, las cuales esconden una serie de creencias y rituales que se manifiestan en las expresiones dancísticas, y que pasan desapercibidas para los miles de espectadores.

Dentro del mundo esotérico de la invocación, se sabe que el tambor juega un papel muy importante al provocar los estados de trance en las personas que se quieren comunicar con los espíritus. Allí la percusión va abriendo los portales mentales de comunicación espiritual.

En nuestras fiestas es innegable que los toques de los tambores al ritmo africano cambian el ánimo de actores y público, acelerando los ritmos y conectándolos con este sentir de entregarse a fuerzas espirituales ancestrales.

CARNAVAL DE LA ESCLAVITUD Y JOSELITO

Una leyenda oscura no canónica del Carnaval cuenta que estas fiestas surgieron en los rituales ocultos que realizaban los africanos esclavizados ante los ojos de sus amos españoles (rígidamente católicos). En estas manifestaciones escondían en sus danzas y cantos las invocaciones de sus ancestrales y temibles dioses de la magia negra. El objetivo era establecerlos espiritualmente en estas nuevas tierras, con el fin de que estas deidades rompieran su esclavitud y contagiarían a los españoles de las más perversa y mortales pasiones hasta desquiciarlos.

Se cuenta que más tarde este ‘Carnaval de la esclavitud’ se hizo abiertamente apoyado por una secta de mestizos: hijos bastardos de los españoles que querían adorar a los espíritus de sus raíces negras, desarrollando así el ‘Carnaval de los espíritus’.

Durante los bailes estos dioses se manifestaban de forma física en diferentes animales, pasando de monos a gorilas endemoniados. Al final sacrificaban a un africano de raza pura para ofrecerlo a sus dioses.

Se cuenta que el primer sacrificado en esta fiesta fue un negro llamado ‘Josefo’, conocido actualmente como ‘Joselito Carnaval’. Por eso registra la leyenda que de este Carnaval nace nuestro ‘Joselito Carnaval’, como una réplica y legado de las antiguas prácticas africanas desarrolladas en las orillas de los puertos de la Costa.