En las últimas horas, al hombre le impusieron una nueva pena de 126 años de prisión.
En las últimas horas, al hombre le impusieron una nueva pena de 126 años de prisión. Cortesía.
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Los monstruosos crímenes de Peter Scully, un asesino en serie y pederasta del siglo XXI

Peter Gerard Scully ya cumplía con una cadena perpetua tras ser encontrado culpable de varios cargos de violación y tráfico de niñas, una de ellas de 18 meses.

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Advertencia de activación: esta publicación trata sobre problemas de abuso sexual y abuso infantil que pueden ser desencadenantes para algunos lectores. 

Peter Gerard Scully fue condenado a 129 años de prisión en Filipinas, luego de haber sido hallado culpable de cumplir un rol en un casi de abuso sexual infantil que involucra a víctimas de tan solo 18 meses.

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La condena, definida en la mañana de este miércoles 9 de noviembre en Filipinas, se trata de la segunda en contra de Scully, quien ya había recibido previamente una condena por varios cargos relacionados con la violación y el abuso sexual en contra de menores, delito que es fuertemente repudiado en la ley de ese país. 

A propósito de la condena, la fiscal regional en la ciudad sureña de Cagayán de Oro, Merlynn Barola-Uy, aseguró que espera que esta nueva condena "envíe un mensaje muy fuerte a todos los abusadores, a todos los traficantes de personas, de que el crimen realmente no paga". 

Scully, el criminal

El criminal es de origen australiano y su caso tomó relevancia a nivel internacional ya que asesinó a una niña de 12 años y torturó y abusó sexualmente de ocho menores, entre ellas la ya mencionada de 18 meses de nacida. 

Se cree que sus actividades criminales comenzaron en 2011, cuando huyó de Australia, su país natal, con destino hacia Filipinas, con el único propósito de huir de una serie de acusaciones que vinculaban su nombre con una serie de delitos de fraude.

Más específicamente, de acuerdo con 9news de Australia, Scully huyó de Melbourne después de presuntamente desplumar a decenas de inversores por millones de dólares a través de estafas inmobiliarias.

Fue capturado cuatro años después, en febrero de 2015, luego de que la policía de Filipinas tuviera unas leves sospechas de que Scully estuviera detrás de una seguidilla de casos de secuestro, abuso sexual infantil y asesinato. Pero lo que descubrieron fue aún más atroz todavía. 

Pero, ¿cómo una cosa llevó a la otra?

Daisy's destruction

Scully orquestó una red internacional de pedofilia a través de internet que tuvo un origen por medio de un video conocido como 'Daisy's destruction' (la destrucción de Daisy), el cual era vendido en la Dark Web a un precio de 10.000 dólares estadounidenses. 

En el video se veía a tres niñas: Liza (12 años), Cindy (11 años) y Daisy (18 meses). Cada una de ellas fue secuestrada y en los videos se observa que a cada una de las menores las quemaron con fuego, al tiempo que también eran vejadas, azotadas y negadas de necesidades básicas, tales como comida e higiene. 

El video, grabado de forma completamente explícita, muestra cómo el hombre abusaba sexualmente de las menores y también las obligaba a cavar sus propias tumbas. 

A nivel internacional el caso cobró gran relevancia, pues al ser un video solamente esparcido en la Dark Web, era de difícil acceso. Por eso, muchas personas consideraron que solamente se trataba "de una leyenda urbana". Pero no. 

No actuaba solo

Scully siempre sintió especial atracción hacia la pornografía infantil desde su llegada a Manila. Allí comenzó un servicio de scorts (una persona que actúa como acompañante remunerado, es decir, alguien a quien un cliente paga por acudir con él o ella a reuniones, fiestas, salidas a otra ciudad o sexo) en el que también prostituía a sus propias novias. Sí, eran dos. 

Entre sus cómplices estuvo Maria Dorothea Chia Chi y sus dos parejas: Liezyl Margallo y Carme Ann Álvarez. Por mucho tiempo, Margallo se dio una vida llena de lujos luego de ser ella quien delatara el paradero donde Scully cometía sus horrorosos crímenes. 

Antes de delatarlo, ella junto a Carme Ann Álvarez trabajaban en la atracción de las menores. Todas eran de barrios pobres, a las cuales les ofrecieron comida para posteriormente secuestrarlas.

El encargado de distribuir la pornografía en sitios de Dark Web era Matthew David Graham, quien para entonces no tenía más de 20 años. 

Los crímenes eran cometidos en una casa alejada, donde no solamente estaban las tres niñas mencionadas previamente, sino también enterrado el cuerpo sin vida de una niña de 12 años, que fue utilizada como esclava sexual y torturada, antes de morir asfixiada en medio de una de las grabaciones de Scully.

La captura y el presente

Como mencionamos, el video cobró fama internacional por las constantes conversaciones que se derivaban en torno al mismo en blogs y redes sociales. El contenido no tardó en ser de conocimiento de la policía internacional, pero fue difícil dar con Scully.

Fue entonces cuando Margallo, quien antes de conocer a Scully se dedicaba a la vida nocturna, entró en acción. Se desconoce cómo llegaron las autoridades a ella, pero fue la encargada de entregarlo, quedando posteriormente en libertad tras un acuerdo con los investigadores. 

En total, con la captura del hombre se rescataron a ocho niños, incluida una niña de 18 meses. Scully fue arrestado en 2015 y en total fue enjuiciado por un total de 75 cargos, recibiendo cadena perpetua y la nueva condena al inicio de este artículo. 

Junto a él, también fue judicializado Matthew David Graham fue acusado de 88 delitos, entre ellos distribución, posesión y venta de pornografía infantil, prostitución infantil, explotación sexual, tráfico humano, entre otros. El 03 de febrero del 2016, Matthew fue sentenciado a 15 años de prisión; pero su paradero actual es desconocido.