Secretos de ‘La gran muralla’ de Pink Floyd, álbum que cumple 40 años
La obra cumbre de esta banda de rock celebra cuatro décadas de haber sido lanzada.
Hace 40 años apareció en las estanterías de las tiendas de música del Reino Unido The Wall (El Muro), undécimo álbum de estudio de Pink Floyd, una de las bandas emblemáticas del rock británico y cuya popularidad se extendió por el mundo.
Esta producción, para ser exactos, vio la luz el 30 de noviembre de 1979, aunque las primeras pinceladas comenzaron a darse desde abril de ese mismo año bajo la dirección del productor Bob Ezrin y de los miembros de Pink Floyd, David Gilmour y Roger Waters.
En el continente americano tendríamos noticias del álbum solo hasta el 8 de diciembre, cuando los amantes del rock pudieron destapar la carátula que simula un mural y comenzar a disfrutar con los ojos cerrados de una de las obras maestras de este género musical.
La popularidad de este grupo surgido en el ambiente universitario en 1966 fue en ascenso de manera paulatina. Muchos hablaban de Pink Floyd (nombre tomado de la fusión de dos leyendas del blues, Pink Anderson y Floyd Council) sin llegar a imaginar que se convertiría en un grupo de culto en la escena underground londinense y en 1973 traspasarían fronteras gracias al monumento sonoro titulado The dark side of the moon (El lado oscuro de la luna).
Nació de un salibón
La cima de toda la aventura creativa de Pink Floyd está manifiesta en el álbum The Wall y sus secuelas audiovisuales. Tras una primera etapa donde el grupo interpretaría el fondo musical de la psicodelia, la banda ocuparía un lugar de privilegio en la sofisticada escena del rock, apoyado en una decena de álbumes inconfundibles. Cuenta la leyenda que, en 1977, Roger Waters, agotado por el acoso del público, escupiría a un espectador en un concierto en Montreal. Arrepentido, el exaltado bajista imaginó la posibilidad de que hubiese un muro entre los músicos y los escuchas. A partir de ese primer impulso, se fue gestando la catedral sonora que, dos años después, el mundo conocería como The Wall y que, ironías de la vida, consolidaría el declive definitivo de Waters, Gilmour, Mason y Wright como agrupación.
Para el lanzamiento del álbum, se utilizó el tema titulado Another brick in the wall part 2 (Otro ladrillo en la pared parte 2), el cual se convertiría en un éxito mundial y en piedra de escándalo por la agresividad de su letra. Por la misma época, el grupo camuflaba sus peleas internas preparando los inmensos shows en vivo que complementarían el lanzamiento del álbum.
Finalmente, en febrero de 1980, el grupo haría siete presentaciones en el Sports Arena de Los Ángeles, ante un público fascinado por la complejidad creativa de la banda. En total, serían 29 presentaciones en vivo, repartidas en escenarios norteamericanos e ingleses. Toda la gesta de preparación y consolidación de los míticos conciertos fue finalmente revelada, a finales del año 2000, tras la aparición del documental para televisión titulado Pink Floyd Behind The Wall, en el que los cuatro miembros del grupo, apoyados, a su vez, por los testimonios del arquitecto Mark Fisher, del escenógrafo Jonathan Park, del animador Gerald Scarfe y del realizador Alan Parker, revelarían los secretos de la construcción de su gran muralla.
Uno de los mejores del rock
Universalmente aclamado, The Wall es señalado por la crítica musical y seguidores del grupo “uno de los mejores en la historia del rock”, siendo constantemente admirado por su atmósfera morbosa y depresiva, complejidad lírica y musical, junto con su ambición y escala; además de continuar siendo uno de los trabajos de rock más influyentes jamás hechos, con elementos que a lo largo de los años han inspirado a muchos otros músicos.
Del mismo modo, el álbum fue un inmenso éxito comercial, llegando al número uno de listas en numerosos países y convirtiéndose en uno de los discos más vendidos de la década, el álbum doble más vendido en la historia y uno de los más vendidos de todos los tiempos, con un total de 33 millones de copias vendidas a nivel mundial, de las cuales 11.5 millones de copias fueron vendidas solo en los EE. UU., en donde debido a su naturaleza como un álbum doble, está certificado con 23 Discos de Platino.
