Historias

La industria del agua de contrabando en Bosconia

El líquido que llega a ese municipio en carrotanques desde Valledupar es vendido en canecas.

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Bosconia es un pueblo caliente, la temperatura promedio alcanza los 35 grados centígrados, con tendencia a subir en verano. Es uno de los 15 municipios del Cesar que carece de agua apta para el consumo humano, y su gente, unos 37.000 habitantes, tienen que surtirse del líquido comprándolo en pimpinas en centros de acopio que reciben miles de litros traídos de contrabando en carrotanques desde Valledupar.

La venta de agua en canecas prolifera en las calurosas calles de la localidad, así como negocios con grandes tanques para su almacenamiento. Es la industria alterna que se ha generado ante una problemática histórica: la falta de líquido potable.

Sus habitantes no tienen otra opción que pagar doble por un servicio de mala calidad. Uno, el que les cobra cada mes con la factura la Empresa de Acueducto, y el otro, al que recurren para por lo menos, en medio de la creencia de consumir agua apta, comprándola de los carrotanques que llegan cargados desde la capital del Cesar.

El agua que suministra la administración municipal al pueblo es de pozos profundos. Miriam Pérez, residente en Bosconia señala que “compro la caneca para consumo, porque para los quehaceres de la casa usamos la que viene de la tubería”.

El líquido de Bosconia es salobre, por eso sus habitantes se ven obligados a comprar el que viene de Valledupar, pagando prácticamente doble por el servicio, porque mientras por una caneca pagan mil 500 pesos, la factura mensual llega a las casas con un promedio de 18.000 pesos.

EL AGUA SALE DE VALLEDUPAR

El gerente de la Empresa de Servicios Públicos de Valledupar, José María Gutiérrez, sostuvo que el robo y contrabando de agua no solo hacia Bosconia, sino a otros municipios incluso de La Guajira y Magdalena le está causando un grave impacto a la entidad.

“El agua nuestra está llegando a El Difícil, San Ángel y Plato, en el Magdalena; Fonseca, en La Guajira; La Paz, Bosconia y hasta Aguachica, en el Cesar”, indicó el funcionario. Estas poblaciones, que carecen de un sistema de acueducto óptimo, obtienen el líquido de los camiones que llegan a centros de acopio, donde en casos como Bosconia, existe toda una industria ilegal en el comercio del agua de Valledupar.

Allí hay sitios con tanques de grandes volúmenes donde depositan el agua para después distribuirla en las comunidades en canecas de 20 litros por un valor de entre $1.500 y $1.800.
Gutiérrez sostuvo que “tenemos identificados 50 carrotanques, con placas, videos y fotografías que nos envía la misma comunidad en momentos en que los camiones se pegan de los hidrantes para cargar el agua, hemos hecho las denuncias puntuales, pero los resultados son pocos”.

Según el funcionario, cada camión carga alrededor de 150 metros cúbicos por viaje; lo que multiplicado por 50, se vuelve incalculable, porque no se tiene certeza de cuántas veces entran y salen de la ciudad.

Además de los camiones, el agua también se saca de manera ilegal en microbuses y busetas del servicio intermunicipal. La llevan en canecas, especialmente hacia La Paz, al mismo estilo con el que se contrabandeaba la gasolina venezolana.

“Nosotros estamos en capacidad de vender el agua en bloque, pero para los del negocio ilegal es más fácil robarla a la ciudad y transportarla; por eso insisto, esto no se trata de hacer solo las denuncias, sino que la Policia entre sus funciones haga el control y pueda inmovilizar estos vehículos”, puntualizó.

No obstante, la Policía informó que se están haciendo los controles con retenes en las carreteras, a fin de frenar, entre otras actividades ilegales, esta práctica.

Actualmente Valledupar produce 2.500 litros de agua por segundo en las dos plantas del acueducto, suficiente para abastecer a los más de 450.000 habitantes de esta ciudad; sin embargo, de continuar el robo, más el desperdicio del líquido, podrían presentarse problemas para el suministro.

CALIDAD Y COBERTURA

De acuerdo con el informe nacional de calidad de agua para consumo humano del Ministerio de Salud y Protección Social, publicado en 2018, en el Cesar solo 10 de los 25 municipios que comprenden este territorio tienen líquido apto para los humanos, 10 están en nivel de riesgo alto, entre los cuales dos son inviables sanitariamente, tres en nivel medio y dos en nivel bajo.

El agua en El Paso y Pailitas es inviable sanitariamente, el resto de municipios en riesgo alto son Astrea, Becerril, Bosconia, Chimichagua, Chiriguaná, González, La Gloria y Pelaya. Las localidades con agua apta para consumo humano son Valledupar, San Martín, San Diego, San Alberto, Río de Oro, La Paz, Manaure, El Copey, Aguachica y Curumaní.

En cuanto a cobertura, la empresa Aguas del Cesar, informó que a corte de 2018, el departamento tiene 93% de acueductos urbanos y 57% en la zona rural.