¿Qué Pasa?

Capturaron a los agresores de la mujer embarazada

Son dos hermanos de nacionalidad venezolana.

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En poder de las autoridades judiciales se encuentran dos hombres que agredieron con arma cortopunzante y palo a una pareja de adolescentes que se encontraban en los alrededores de la calle 5 con la carrera 8 de Riohacha, en hechos que ocurrieron la tarde del pasado lunes.

Son hermanos y venezolanos

Los dos capturados fueron identificados como los hermanos Maisés Abraham Alzualde Alfonzo y Alberto Gerardo Alzualde Alfonzo, de nacionalidad venezolana, quienes fueron sorprendidos por policías del cuadrante en el justo momento en que estaban agrediendo con pico de botella y palo al adolescente que se encontraba en la zona con su mujer, una menor de 17 años, quien para agravar más la situación de los detenidos, está en el séptimo mes de embarazo y le denunció a las autoridades que uno de los detenidos alcanzó a darle un golpe en el vientre con un palo.

Dieron de alta al herido

El joven que presentaba varias heridas en el cuerpo, algunas de ellas en el rostro, fue llevado hasta la urgencia del Hospital Nuestra Señora de los Remedios, donde fue sometido a las curaciones del caso y posteriormente le dieron de alta.

La revisaron en ginecología

La menor embarazada también fue atendida en el mismo hospital por el médico especialista, quien encontró que el ritmo cardíaco de la criatura que está en el vientre se había alterado tanto por el golpe recibido como por la alteración de la madre y por eso la mantuvieron en observación por varias horas.

Les incautaron un cuchillo

La mayor parte de las peleas entre los migrantes venezolanos que se quedaron en las calles y comunas de Riohacha, por lo general son sangrientas, al punto de que en las estadísticas se cuentan varios homicidios con arma blanca entre los nacionales venezolanos.

El episodio que se inició la tarde del lunes en Riohacha no era menor. Los dos hermanos estaban provistos de un largo cuchillo con el que habían atacado al adolescente y su mujer.

Toda la disputa se inició por la intolerancia de los hermanos que vieron y no aceptaron cómo uno de los que ellos consideran su cliente cautivo, le daba unas monedas al adolescente, pensando que había sido este quien lavó su carro.