¿Qué Pasa?

A Dairon se lo ‘llevó’ el caño de la ahuyama

El cuerpo del joven apareció anoche tras horas de búsqueda.

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Luego de varias horas de búsqueda, en el barrio Villanueva fue encontrado el cuerpo de Dairon Javier Ariza Arrieta, el joven que había desaparecido la noche del pasado miércoles luego de hundirse una balsa improvisada en el caño de La Ahuyama.

Según el reporte entregado por la Mebar, el cadáver del adolescente de 19 años fue encontrado flotando a la orilla del caño, en el mismo sector donde desapareció, por varias personas que se dirigían en ese momento a sus casas, en la calle 3 con carrera 42.

Uniformados de la Policía que acudieron al sitio informaron que el hallazgo se dio a las 6:50 de la tarde.

“La comunidad dijo que una de las personas alertó a las otras luego de divisar el cuerpo que estaba bocabajo”, señaló uno de los patrulleros del cuadrante que llegó hasta la zona.

Según contaron vecinos del barrio Villanueva, las lluvias siempre han sido un atractivo para los jóvenes del sector y por eso suelen salir a divertirse a los caños cuando “pega un buen aguacero”, como el de la tarde del miércoles.

Cuando las nubes grises habían tapado por completo el sol, varios pelaos de Villanueva salieron por la tarde a bañarse en la lluvia, entre ellos, Dairon, de 19 años, y José, de 22. Ninguno se imaginaba que uno regresaría a su casa y el otro no.

“Se les volteó la canoa”

A Alexis Carvajal Cortés le contaron cómo había ocurrido todo y ella empezó a replicar desde la mañana de ayer esa información con todo el que preguntara por su primo, el desaparecido.

“Cuando estaba lloviendo pasó todo el combo de la cuadra, los mismos que juegan fútbol en la cancha. Ellos se metieron a bañar en el caño, se pasaban de un lado al otro en la balsita esa artesanal con una cabuya. En esas vino la corriente y se les volteó la balsa”, explicó Alexis asegurando que, al parecer, eran cuatro los que estaban sobre la pequeña embarcación.

De los jóvenes que cayeron al agua, cuentan que dos lograron salir a la orilla del caño que recibe las aguas de tres grandes arroyos de Barranquilla, mientras que Dairon y José luchaban por mantenerse a flote contra la fuerte corriente que los ahogaba.

“Dios le dio otra oportunidad”

En la mañana del jueves, la señora Reina Medina todavía estaba intentando procesar lo ocurrido. La noche anterior su hijo había llegado mojado, con los ojos rojos y asustado a casa diciendo “mamá, me estaba ahogando”, una frase que seguramente no pensó escuchar cuando llegó hace cinco años a Barranquilla desde Maracaibo (Venezuela), pero que agradecía haber podido oír.

“José llegó gritando ‘Mami yo quería ayudarlo, pero si lo agarraba nos ahogábamos los dos’. Llegó muy asustado y yo no sabía qué hacer, me dijo que el otro muchacho se había hundido”, relató. Reina que, desde ese momento, se había convertido en la vocera de su hijo, pues este seguía en ‘shock’ por la horrible experiencia de la que Dairon, su amigo, no pudo salvarse.

“Él dice que varias veces se hundió y quería salir pero se hundía, que parecía que lo estuvieran chupando y escuchaba ‘¡José, ayúdame!’ y me decía ‘mami yo no podía, quería ayudarlo pero no podía, mami’”, narró la mujer.

También contó que, según su hijo, en medio de la zozobra sintió que algo le dio una patada en el costado y eso lo echó más cerca a la orilla. Gracias a eso, José pudo alcanzar unas “matas” en la orilla que, prácticamente, le salvaron la vida.

“Ahí se agarró y fue cuando uno de los muchachos que estaba afuera lo ayudó. Cuando él salió decía: falta el otro, falta el otro y le dijeron que ya se lo había llevado la corriente. Definitivamente ese fue Dios que le dio otra oportunidad a mi hijo, y yo se lo dije”.

Después de las labores de búsqueda y el hallazgo del cuerpo, la Policía Metropolitana informó que el cuerpo del joven sería trasladado al Instituto de Medicina Legal.

Por Camila Luque y Gabys Amaya

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