¿Qué Pasa?

El sicario venezolano que atentó contra los Vega Daza posaba con armas en Facebook

Detectives de la Sijín indagan sobre antecedentes y nexos de los hermanos de familia guajira, quienes resultaron heridos en el atentado.

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El supuesto sicario abatido la noche de este miércoles en el barrio Altos de Riomar, identificado por las autoridades como Roberto José Rivera Parra, de 28 años, de nacionalidad venezolana, aparecía en un perfil de Facebook posando con armas de fuego automáticas.

Este material, en poder de las autoridades, servirá como conector para llegar hasta las personas que lo contrataron para que disparara contra los hermanos Ronald y Roberto Carlos Vega Daza, de 36 años y 26 años de edad, respectivamente. Estos dos resultaron heridos en el ataque sicarial ocurrido la noche del miércoles en la calle 99 con carrera 64 del barrio Altos de Riomar, en el norte de Barranquilla.

Otra de las hipótesis estudiada por la Policía es que los hermanos Vega Daza estaban en el mismo lugar con Roberto Rivera Parra y se armó una discusión entre todos, que luego derivó en la balacera.

Los hermanos lesionados se encuentran internados en la Clínica Portoazul.

Precisamente sobre los Vega Daza, investigadores de la Sijín indagan sobre su participación con el clan Daza, del que han sido asesinados varios de sus integrantes.

Tomás de Jesús Daza Mejía, apodado Chito, se convirtió en octubre de 2015 en la séptima víctima mortal de una racha de atentados contra esta familia que inició con el asesinato de su primo Luis Eduardo Daza Amaya, hallado muerto el 8 de febrero del 2003 en un sector desolado de la urbanización Los Cusules, en el municipio de Soledad, detrás de la Terminal de Transportes.

A este hecho le siguieron los asesinatos de tres hermanos de Chito, quienes aparecían en un panfleto que data de 2012 junto a otros miembros de la familia.

El primero en caer fue Roberto Daza Mejía, en el 2005, asesinado en el barrio El Recreo, de Barranquilla.

La racha siguió con Wildon Gabriel Daza Mejía, alias Gabi Daza, un sicario de capos del narcotráfico y cabecilla de la organización criminal Los 40.

El Gabi fue ultimado de nueve tiros el 2 de junio de 2011 en la calle 82 con carrera 49C cuando se disponía a abrir la puerta de una camioneta blindada que estaba estacionada frente a un almacén de motos y vehículos.

A la muerte del Gabi le siguió la de otro de sus hermanos el domingo 11 de diciembre de ese mismo año. El nuevo atentado ocurrió en el norte de Barranquilla, calle 82B con carrera 75B. Allí asesinaron de 21 disparos a Víctor Alfredo Daza Mejía, de 51 años, cuando esperaba a su esposa a bordo de un automóvil Mazda, de placa QIA 639.

Los otros dos miembros de la familia fueron asesinados en una balacera en la carrera 59B con calle 86, norte de Barranquilla, el 8 de diciembre del 2014 en un enfrentamiento a bala con la familia Gómez Amaya producto de una vieja rencilla al parecer por una deuda.

En el enfrentamiento murieron los primos Gianny Luis Daza Joiro, de 30 años y Nefer Leiser Barros Daza, de 24. Gianny era primo segundo y yerno de Chito e hijo del también asesinado Luis Daza Amaya.

Los hermanos y las armas

AL DÍA conoció que los hermanos Ronald y Roberto Carlos Vega Daza, atacados a tiros este miércoles son sobrinos de los hermanos Daza Mejía y estaban hasta hace algún tiempo relacionados con el préstamo de dinero al interés y una compraventa de automotores en el norte de la ciudad.

Sin embargo, la Sijín también investiga sobre un panfleto que en 2012 se extendió en el norte de Barranquilla, firmado por el frente Juan David Jaramillo de‘Los Rastrojos’ y en el que figuró el nombre de uno de los heridos junto con el de su padre.

El general Mariano Botero Coy, comandante de la Policía Metropolitana de Barranquilla, dejó entrever que unas armas halladas días atrás en una cabaña de Puerto Colombia estaban a nombre de alguien de apellido Daza y este sería uno de los hermanos que resultó herido.

El alto oficial confirmó que las ocho armas de fuego, entre estas cuatro pistolas y una subametralladora, así como la munición, estaban ocultas en una camioneta que estaba dentro de la casa-finca llamada La Mariana, en la vía al mar.

Los policías llegaron hasta ese lugar buscando a través de GPS una camioneta Toyota 4Runner roja robada y se toparon con el arsenal.

“Todas esas armas que estaban allí nos van a entregar más información después de que pasen por el laboratorio de criminalística de la Regional. Algo se estaba fraguando en la casa donde ocurrió la diligencia”, expresó el general, en su momento.

Parece que hoy sus palabras cobran vigencia. La investigación continúa, aseguró este jueves el jefe de la Mebar.