¿Qué Pasa?

La última ‘pateada’ de Darwin Araújo fue en la cancha de Simón Bolívar

Frente a uno de los arcos, exactamente antes del área chica, amigos y allegados al ex deportista que torció su camino pusieron el féretro en punto penal y lo golpearon varias veces con una pelota.

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Antes de darle el último adiós en un camposanto al exjugador de Junior Darwin Araújo Suárez, quien fue asesinado el pasado martes en un enfrentamiento de pandillas en el barrio Primero de Mayo de Soledad, decenas de vecinos de su barrio cargaron el féretro con sus restos y lo llevaron ayer hasta la cancha del barrio Simón Bolívar, escenario en el que Darwin demostró desde ‘pelao’ sus dotes con el balón.

La multitud se tomó a las 2:30 de la tarde uno de los carriles del bulevar de Simón hasta llegar a la extensa cancha de arena. Parecía una conquista, era como si el conjunto Tiburón acabara de ganar una estrella. Banderas rojiblancas eran ondeadas. No había llanto, era celebración y el ataúd no era cargado como en otros entierros sino como si se celebrara una victoria.

Frente a uno de los arcos, exactamente antes del área chica, amigos y allegados al ex deportista que torció su camino pusieron el féretro en punto penal y lo golpearon varias veces con una pelota.

Una mujer que estaba en el sitio exclamó: “no le den al cajón”, pero uno de los jóvenes que hacía parte del inusual tributo respondió: “Sí, hay que darle, ¿él no jugaba?...”.

Luego de eso, más personas rodearon el ataúd y se unieron a la tocata. De un momento a otro, un espontáneo gritó: ¡goooool tuyoooo!, hijue… matador…Se agachó y abrazó el féretro.

Todo esto era observado por la multitud, había incluso jóvenes colgados de las mallas que protegen el escenario deportivo.

Tras el acto, el recorrido continuó hasta el cementerio Jardines de la Eternidad del Sur.

El atentado

Darwin Araújo Suárez perdió la vida a los 30 años en un ataque sicarial ocurrido el martes anterior en la calle 16A con carrera 52 del barrio Primero de Mayo. La Policía Metropolitana indicó que el hecho derivó de una lucha territorial por microtráfico y reacomodamiento de las estructuras criminales como Los 40 Negritos y Los Papalópez.

“En un barrio como este solo hay dos opciones: o te vas o lo enfrentas. Darwin decidió enfrentarlo y terminó muerto”, dijo un primo de la víctima, en diálogo con este medio.

Por su parte, la familia no dio explicaciones sobre a qué combo pertenecía el exjugador, pero lo que sí tenían claro es que fue una retaliación.

“A él lo balean, pero vecinos lo vieron caminar herido hasta un taxi. El conductor era alguien conocido de Darwin, alguien que siempre lo había transportado en el negocio. Luego (Darwin) apareció muerto dentro del carro con un disparo en el pómulo que le salió por el cuello. Los investigadores creen que él fue rematado dentro del carro”, contó el familiar.

La familia del exjugador del Junior asesinado señaló que estaban preparados para su muerte, debido a los “malos pasos” en los que andaba.

Con el equipo Junior de Barranquilla solo jugó unos cuantos partidos. Su debut fue en 2006, luego de eso se internó en su barrio y de ahí no pudo salir jamás.