Gacy es uno de los asesinos más mediáticos por los horrores generados y la relación de sus crímenes con el placer sexual.
Gacy es uno de los asesinos más mediáticos por los horrores generados y la relación de sus crímenes con el placer sexual.Cortesía: Netflix
Archivos X

La sangrienta historia de John Wayne Gacy, el payaso asesino

John Wayne Gacy fue ejecutado en una cárcel de Illinois mediante una inyección letal el 10 de mayo de 1994.

Compartir en:
Por:

"Una de las escenas de crímenes más horribles en la historia de los Estados Unidos". 

A muchos no les suena inicialmente el nombre de John Wayne Gacy, pero cuando se habla de Pogo el Payaso, las sonrisas están lejanas de aparecer en los rostros de quienes conocen la historia detrás de quien fuera uno de los más crueles asesinos seriales en la historia de los Estados Unidos. 

Ver más: El lado oscuro de los payasos

Gacy asesinó a 33 jóvenes, casi todos menores de edad, entre 1972 y 1978. De sus víctimas, 26 fueron enterradas en el semi-sótano de su propia vivienda, mientras que a otras cuatro las lanzó a ríos cercanos. 

Aunque fue condenado en la década de los 80's, logró evadir la pena de muerte por 14 años, hasta que el 10 de mayo de 1994 recibió la inyección letal que acabó con su vida, curiosamente, el mismo día que fue bautizado Jeffrey Dahmer, en un intento por lograr que hiciera las paces con la religión. 

Capítulo 1: el origen del horror

Un joven John Wayne Gacy

Único varón en una familia llena de mujeres, Gacy compartía las ascendencias polaca y danesa de sus padres. 

En sus días de juventud fue blanco frecuente de la furia de su padre, quien lo maltrataba física y verbalmente al tiempo que abusaba de su madre, lo que provocó que el joven tuviera problemas de desarrollo sexual en su pubertad. 

Esa complejidad se combinó con un capítulo de abuso sexual del que John Wayne Gace fue víctima a los 9 años de edad, cuando un amigo de la familia aprovechó la confianza para agredir físicamente al entonces niño.

Investigaciones conocidas a lo largo de los años han dado cuenta de que sus esfuerzos juveniles eran para despertar orgullo en su figura paternal, pero de su padre solo recibía rechazo y desaprobación. Con calificativos como «marica», «estúpido» y «niño de mamá» fue mancillando el espíritu del entonces infante. 

En esa desatención, el niño se volvió adulto y a la edad de 20 años se fue de casa con rumbo hacia Las Vegas. Allí trabajó en una funeraria, donde aprendió de los cadáveres hasta el punto de compartir lecho con uno, que había sido víctima de un trágico accidente de tránsito. 

Capítulo 2: la boda, el divorcio y el crimen

Era joven John Wayne cuando fue capturado por primera vez.

Nadie tenía sospechas de un comportamiento irregular en un John Wayne que, como vimos en el capítulo anterior, vivió una juventud difícil. Después de irse de casa encontró el amor y en 1964 contrajo nupcias con Marlynn Myers, una mujer que era descrita como "amable y trabajadora", pero cuya boda no duró mucho. 

Y es que en las relaciones, el plano sexual cumple un papel importante, y a John Wayne, por los traumas de la infancia, le era difícil tener una erección. La primera vez que logró una, embarazó a la mujer de inmediato. 

Sin embargo, el sexo con su pareja no sería lo único que despertaría la excitación del hombre, pues se estima que en el mismo 1964 vivió su primera experiencia homosexual. 

Pero había algo más, y es que ya John Wayne tenía secretos que ocultar: en 1968, a cuatro años de su boda, fue encontrado culpable de abusar sexualmente de menores de edad. Pagó una pena de 18 meses de prisión y logró salir para tener una vida alejada de su primera esposa, de la que se separó, y también de su hijo, al que nunca volvió a ver. 

Capítulo 3: el asesino en serie

El payaso asesino

Un detalle no menor en la vida de John Wayne es que era un excelente trabajador y, tras salir de prisión y comenzar una nueva vida, también era un hombre socialmente activo. 

Con un importante cargo como empresario, Gacy también ofrecía barbacoas a sus vecinos y mataba el tiempo haciendo un show como payaso para los menores, al tiempo que era partícipe activo del Partido Demócrata de los Estados Unidos. 

Se cree que el primero de los crímenes de la seguidilla del caos de Gacy fue ocasionado en julio de 1971, cuando asesinó con un martillazo en la cabeza a Michael Reed, un joven al que había contratado para su empresa, a cambio de alojamiento y sexo. 

Seis meses después la víctima fue Timothy McCoy, un joven al que mató de varias puñaladas en su propio domicilio. Ese fue el primer confeso por Gacy, quien explicó en sendas audiencias que fue al primero de los cadáveres que ocultó en el ya mencionado semi-sótano, al que no llegaban muchas moscas y del que no se emanaban malos olores. 

 

Los años pasaron, los crímenes se siguieron cometiendo y las sospechas comenzaron a aparecer en diciembre de 1978, cuando fue investigado después de la desaparición del adolescente de 15 años Robert Piest, a quien su compañera de trabajo vio por última vez camino a una entrevista de trabajo en casa de Gacy. 

En ese mismo mes, Gacy acudió a sus abogados y confesó los horrores de sus crímenes. 

Su confesión señaló que había una dosis de placer sexual en cada uno de los crímenes, y esa sensación de ver correr la sangre cuando brotaba de los cuerpos sin vida lo llevaba a más y más sed. 

Capítulo 4: el final

Viéndose capturado y sin posibilidades de comprensión, Gacy confesó el número exacto de asesinatos y la ubicación de cada uno de los cuerpos. 

Llegó incluso a presentar a la policía un plano con la ubicación exacta de los cadáveres. Para el día 29 de diciembre de 1978, tras 6 días de excavaciones, la policía ya había desenterrado a 27 cuerpos. 

En 1980 fue condenado a pena capital y pasó 14 años en el corredor de la muerte, donde pasaba los días pintando y decorando cuadros con imágenes de payasos.

Según crónicas de la época, Gacy decía que los payasos eran su álter ego. Finalmente, en 1994 este asesino en serie fue ejecutado con la inyección letal.

Una de las pinturas realizadas por Gacy.