La celebración de José Guillermo, quien había olvidado su cédula y tuvo 10 minutos para ir a casa y regresar con el documento
La celebración de José Guillermo, quien había olvidado su cédula y tuvo 10 minutos para ir a casa y regresar con el documentoJeisson Gutiérrez
De Tu Barrio

José Guillermo sudó la gota gorda, pero se llevó su Aldíaneta

El ganador de la moto que regaló AL DÍA para celebrar su quinceañero, fue elegido aleatoriamente, pero olvidó su cédula y tuvo 10 minutos para volver a casa y comprobar su identidad.

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Adrenalina pura fue lo que corrió por las venas de José Guillermo Barrios Sarabia cuando su nombre apareció en la pantalla de la tarima instalada en el parqueadero del Centro Comercial Nuestro Atlántico, donde celebramos el quinceañero de Al Día y nuestro cambio de imagen. 

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José Guillermo armó la fiesta en el espacio para el público cuando los animadores de la fiesta dieron su nombre. Sin embargo, su expresión cambiaría del júbilo al pánico cuando le fue pedida la cédula de ciudadanía, que era el requerimiento elemental para poder comprobar que sí era la persona elegida por el sistema. 

 

Al vivir en cercanía al centro comercial, el ganador solicitó con un último aliento en medio de la desesperanza que le fueran concedidos diez minutos para intentar ir y volver. La solicitud fue vista con agrado por el jurado calificador, que concedió a José Guillermo lo solicitado y el hombre emprendió la carrera como si de salvar su propia vida se tratase. 

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La fiesta continuó y la expectativa se hacía más grande cuando los minutos pasaban en el cronómetro dispuesto por la producción del evento para contabilizar el tiempo que le tomaría al competidor, poder ganar en una oportunidad única, o ver cómo la suerte se escapaba entre sus ojos. 

En esa incertidumbre, la gente se dividió en dos bandos: los primeros, deseosos en el fondo de que José Guillermo no llegara, para poder tener una nueva oportunidad de ser elegidos. Los otros hacían fuerza para que el poblador de Soledad tuviera la fortuna completa, y fueron ellos a quienes el destino le sonrió, por lo que estaba a punto de suceder.

Un final como de película

José Guillermo, ganador de la moto de Al Día

El reloj había entrado en la marcha del último minuto. Unas manos se frotaban y en otros rostros el lamento era señal inequívoca de que todo estaba dicho para un José Guillermo que no daba señales de llegada.

Sin embargo, a falta de solamente 30 segundos, José Guillermo logró dar un grito de libertad, de presencia imponente, de victoria sobre la hora, de gol al último minuto, para anunciar su triunfal regreso. 

Ingresó a la tarima cuando el reloj rondaba 9 minutos y 53 segundos. En una última exigencia a su sobresaltado físico, el hombre entregó la cédula a la persona delegada y seguidamente hundió sus manos en sus rodillas, como quien busca aire de donde no encuentra.

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La revisión fue rápida, casi instantánea, como el retorno del aire a los pulmones de José Guilermo. Con el oxígeno, regresó la sensación de triunfo y esta vez recargada y con un aroma de lo glorioso, como quien afronta un duelo directo con la muerte y sobrevive para contarlo. 

Conmovido por la empatía en el público, que volvió a hacerse uno para festejar con su domador de la gloria, José Guillermo dio gracias al cielo, a los presentes, al periódico AL DÍA por el obsequio y a los atributos de su valentía, que fueron claves para conseguir la proeza.

Expectante, el hombre no tardó tiempo y subió a su caballo de motor entre jubiloso y gallardo, para sentir suyo el obsequio que la vida le había otorgado, con la esperanza de que comprenda el gran aprendizaje: no se debe salir a la calle sin los documentos de identificación en el bolsillo. Uno nunca sabe cuándo la suerte cambia.

Por: Huber Bustamante Rebollo.

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