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Los adolescentes están luchando más que nunca contra la ansiedad

La transición de la infancia a la adultez es complicada.

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Los años de adolescencia pueden ser duros, marcados por cambios físicos y emocionales, con nuevas opciones y responsabilidades, y la evolución de las relaciones con las personas que nos rodean.

Según muchos estudios psicológicos, una de las épocas en la vida de los humanos en las que más estamos sometidos a situaciones de estrés es durante la adolescencia, y es que la transición desde la infancia a ser adulto es muy complicada. Sobre todo porque empiezan a vivir situaciones propias de una persona mayor, sin tener todavía los recursos necesarios para superarlas con éxito.

MOTIVOS DE ESTRÉS EN ADOLESCENTES

Por muy seguros de sí mismos que nos quieren hacer creer que sean nuestros hijos adolescentes, en el fondo se mueven muchas veces en un gran mar de dudas e inseguridades. En no pocas ocasiones los adolescentes tienden a querer mostrarse seguros en lo que hacen y piensan. La experiencia nos enseña que no es así.

Al contrario, hay muchas situaciones específicas que les causan estrés. Por ejemplo, exigencias y fracasos académicos, pensamientos negativos sobre ellos mismos, cambios en su cuerpo durante todo el periodo de pubertad, problemas de pareja de sus padres (peleas, separación), tensión, sobrecargo de actividades y compromisos, etc.

SÍNTOMAS DE ADOLESCENTES ESTRESADOS

No debemos esperar que nuestros hijos nos expliquen que están estresados, porque probablemente ni ellos mismos sepan qué les pasa. Por este motivo debemos estar atentos a sus comportamientos que nos indicarán si su desarrollo está siendo correcto.

Estos síntomas podrían indicar estrés: agotamiento y cansancio crónico con sensación de malestar, excesiva autocrítica, sensación de persecución; cinismo, irritabilidad y negatividad, insomnio y tendencia a correr riesgos constantemente, etc.

Existen técnicas y actitudes que ayudan a disminuir el estrés de los adolescentes, entre ellas: hacer deporte, alimentarse de forma equilibrada, evitar el exceso de la cafeína que provoca ansiedad y agitación, no consumir drogas ilegales, ni alcohol ni tabaco y disminuir la negatividad de la autoimagen.

Además de potenciar los pensamientos positivos con propósitos concretos de pequeños retos realizables, descansar de las situaciones que causan estrés realizando actividades como escuchar música, hablar con un amigo, dibujar, escribir o pasar un rato con una mascota y contar con amigos que puedan ayudarle a hacer frente a las situaciones de manera positiva.

Con información de: Jáder Atencia Avilez.

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