Una familia fue encontrada sin vida en una vivienda de la localidad de Sir Thomas Mirchell Drive en Davidson, Australia.
Una familia fue encontrada sin vida en una vivienda de la localidad de Sir Thomas Mirchell Drive en Davidson, Australia.Cortesía
Historias

La misteriosa muerte de toda una familia colombiana en Australia

Una familia fue encontrada sin vida en una vivienda de la localidad de Sir Thomas Mirchell Drive en Davidson, Australia.

Compartir en:
Por:

Medios locales informaron este lunes que Fernando Manrique, de 44 años, su esposa María Claudia Lutz, de 43 años, sus dos hijos –Martin, de 10, y Elisa de 11– y un perro fueron encontrados muertos al interior de su casa ubicada en Sir Thomas Mitchell Drive en Davidson.

La familia, oriunda de Colombia, residía en Sydney, Australia, hace aproximadamente 10 años,según el testimonio de los vecinos que llamaron a las autoridades luego de que María Claudia no se presentara a colaborar en el comité de Padres y Amigos de San Lucy, una escuela católica en Wahroonga, donde estudiaban sus pequeños hijos, los cuales presentaban discapacidad intelectual.

Los menores que, además, sufrían de autismo, tampoco asistieron a clases, otro hecho que alertó a la comunidad, pues no hubo reporte por correo electrónico de que fueran a faltar al colegio.

El diario local The Sydney Morning Herald informó que la Policía y el cuerpo forenseestán investigando la escena del crimen para llegar a la conclusión de por qué se presentaron los hechos, aunque manejan la hipótesis de un “asesinato-suicidio”.

Asimismo, señalan que las autoridades están tratando de establecer contacto con los familiares de los fallecidosen el extranjero para informarles la noticia.

"He hablado específicamente con los investigadores de homicidios y nuestros investigadores y creemos de manera unánime que es demasiado pronto para hacer una conclusión", dijeron a periodistas las autoridades australianas.

 

Queridos por la comunidad

 

“Era un acto generoso que María Claudi Lutz esperaba con interés cada semana”. Señaló una allegada que contó la disposición de la mujer fallecida para servir en el comedor de la escuela San Lucy todos los lunes, después de dejar a sus hijos en la escuela de educación especial.

De igual forma, destacó quelos niños se veían a menudo jugando en el patio delantero y en un parque cercano, y que Fernando "parecía ser un hombre encantador". "Uno nunca se imagina que hubiesen tenido problemas", concluyó.

Por:

Lorayne Solano Naizzir