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La historia de Jonathan, el hombre que tratan de sacar de su vida de ‘zombie’

Con 30 años de edad, la mitad en el infierno de la droga, padece de miasis en el cuero cabelludo.

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A Jonathan Jesús Castro Viloria, un habitante de calle que deambula por el barrio Primero de Mayo, en Soledad, la gente comenzó a llamarlo el ‘zombie’ por una sorprendente herida que tiene en la cabeza, y que expone su cráneo de manera similar a los ‘muertos vivientes’ que muestran las películas de terror.

Tiene 30 años, y según allegados está sumido en el infierno de las drogas, desde hace unos tres lustros.

En unas imágenes que captó de este hombre el medio virtual El Ámbito.com., se le observa arrastrando su estado lamentable, y consumiendo un ‘cacho’ de marihuana aparentemente para paliar el dolor de la herida, la hinchazón y las fiebres generadas por la plaga de gusanos que tiene en la cabeza, y que le devoran poco a poco el cuero cabelludo.

Jonathan Jesús Castro Viloria duerme en un caño cerca de la calle 16, en la parte posterior del barrio.

Muchos vecinos cuestionan a las autoridades de salud porque resulta inconcebible de que una persona con una enfermedad tan delicada permanezca en la calle sin atención médica estatal.

“Ese señor se puede morir en cualquier momento…”. “Ya tiene bastante tiempo así y no le pasa nada, no sabemos cómo es que está vivo…”, son comentarios que expusieron residentes de este sector, que también ha sido escenario de muertes violentas ocasionadas por la guerra de pandillas.

Casualmente días atrás ocurrió por allí el asesinato de la vieja promesa del Junior, Darwin Araújo, nacido y criado en este sector soledeño.

Infancia difícil

Edith Viloria, tía de Jonathan, contó que este torció su camino hace unos 15 años cuando su padre, Nicolás Castro, fue asesinado en una finca de Aguachica (Cesar), a manos de grupos al margen de la ley.

Según el relato de la mujer su cuñado se fue a cuidar el predio con ocho hombres y resultó muerto. “Se metió la guerrilla y lo mató…”, señaló Edith.

Aunque ella se refirió a la guerrilla, para la época en que ocurrió la muerte de su cuñado esa zona del sur del Cesar estaba tomada por las temibles autodefensas narcoparamilitares.

El grupo que mandaba en la zona era el de ‘Juancho Prada’, que sembró de terror y muerte esa región.

Aquel episodio de sangre llevó al muchacho a crecer sin la guía de un padre, y de acuerdo con Edith, ahí empezó su consumo de droga.

Paralelo a eso inició el viacrucis de Dennis, su hermana, la madre de Jonathan.

La agobiante situación por ver a su hijo vagar de un lado a otro perdido en las drogas, llevó a Dennis a la muerte el 21 de mayo de 2017.

“A ella le dio una isquemia cerebral y por eso falleció. Ella luchaba por él”, repitió.

Ese probablemente fue otro duro golpetazo que le dio la vida a Jonathan, y por ello se quedó ‘pegado’ en el consumo de alucinógenos.

Un día cualquier se fue a dormir a la calle y no regresó más a la casa, mientras que su hermano José tomó un rumbo distinto al lado de su familia.

Una historia de tinte macondiano relaciona el caso de Jonathan Jesús Castro con las drogas a un supuesto “mal” que le “echaron” cuando pertenecía a una iglesia cristiana.

Allegados sostienen que por esa razón fue que “cogió camino”, hacia el consumo de estupefacientes.

Intervención

Conmovida por el caso de este joven de 30 años, Emilia Elitín, secretaria de Salud del municipio de Soledad, manifestó ayer a esta redacción que apenas supo la ubicación del hombre, de su familia y de conocer su historia; un equipo de la dependencia a su cargo intervino para iniciarle un tratamiento.

Dijo que alrededor de las 10:00 de la noche del jueves fue trasladado al Hospital General de Barranquilla, en donde le trataron la profunda lesión en el cuero cabelludo, clinicamente conocida como una miasis. Esta es una enfermedad parasitaria ocasionada por larvas de moscas que afecta los tejidos y órganos.

Al parecer Jonathan habría sido golpeado en la cabeza hace algún tiempo, y como su vida transcurría en condiciones poco higiénicas, una mosca pudo posarse en la herida y depositar sus larvas. Ahí empezó a gestarse la miasis.

“En el hospital fue intervenido de manera rápida, removieron los tejidos dañados por la enfermedad y le aplicaron antibióticos”, explicó Elitín. Este 23 de abril está programada otra intervención.